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Tíos del 2016

Ser tía es algo que no logro describir. Siento un amor incondicional que me llena el alma y, además, no tengo las responsabilidades que tienen los papás, es decir, puedo disfrutar de mi sobrino, llevarlo a comer helado, gomitas, jugar fútbol en el barro, que nadie nos va a regañar. Puedo enseñarle muchas cosas y aprender de él, vuelvo a tener cinco años y tengo claro que cuando se ponga rebelde solo tengo que devolverlo a la casa de sus papás.

Hasta ahora solo tengo uno y por eso no conozco lo que es amar a varios, eso lo sabré en unos meses cuando un nuevo integrante llegue a la familia. Es niño también, eso quería mi sobrino, un compañero de vida, así que todos nos quedaremos con las ganas de tener a una niña.

Siempre existe la curiosidad sobre el género del bebé, hay quienes dicen que tener una niña para ponerle vestidos y hacerle peinados, otros quisieran un niño para jugar fútbol, lo cierto es que ya está mandado a recoger eso de que para las niñas hay ropa más linda, o que solo con los niños podemos jugar fútbol.

Es hora de olvidar el rosado y el azul, porque lo realmente importante es saber que es un ser humano que llega para enseñarnos cada vez más sobre amor incondicional. Casualmente este año muchas de mis amigas están embarazadas, así que seré tía de más un bebé hermoso. Sin duda será una experiencia maravillosa y estoy lista.

¿Cuántos tíos y tías hay por aquí?

Feliz fin de semana.

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