Detienen a capo del narcotráfico del Clan del Golfo. La captura se registro en una vivienda de la ciudad de Montería.
La Policía detuvo a Juan Carlos Cuesta Córdoba un «nuevo capo excéntrico» del narcotráfico del Clan del Golfo solicitado en extradición por Estados Unidos por tráfico de drogas.
La captura
A Cuesta Córdoba lo detuvieron en una operación conjunta de la Policía, la Fiscalía y el FBI. La captura se registró en un sector exclusivo de la ciudad de Montería. Ahora, lo trasladarán a Bogotá a la espera para iniciar el trámite de extradición a Estados Unidos.
Conocido como «Gordo Rufla», de 29 años, era objetivo prioritario para el FBI. El detenido se encargaba de coordinar el envío de cocaína desde varias regiones del país hacia Centroamérica, México y Estados Unidos.
Un comunicado de la Policía detalla que Cuesta tenía orden de captura con fines de extradición. La solicitud la emitió por la Corte Distrital para el Estado Medio de la Florida. Los delitos por los que debe responder son «tráfico de narcóticos y concierto para distribuir cocaína«.
Según las investigaciones, Cuesta tenía nexos con organizaciones de narcotráfico de Honduras, Costa Rica, Panamá y México. Además, contaba con capacidad para enviar hasta 10 toneladas mensuales de cocaína en lanchas rápidas.
Cuesta Córdoba era uno de los hombres de mayor confianza de Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», jefe máximo del Clan del Golfo, considerada la mayor organización criminal del país.
Excentricidades del Capo
El «Gordo Rufla» se movía en Antioquia, Atlántico y Córdoba. Tenía apartamentos, casas, camionetas lujosas, motocicletas de alto cilindraje, empresas de insumos agrícolas y fincas ganaderas a nombre de testaferros.
Varias de estas inversiones fueron adquiridas con dineros del narcotráfico. A sus empresas se le suman licorerías, ferreterías, restaurantes, entre otros negocios, que eran utilizadas supuestamente para blanquear capitales.
Una de las excentricidades era que el narcotraficante practicaba rituales de santería junto con los demás integrantes de su estructura criminal. Lo hacía para, supuestamente, evitar que las autoridades pudieran capturarlos, dijo el director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas.
El capturado también organizaba fiestas para lo cual contrataba artistas. Igualmente, compraba joyas que ostentaba en videos y tenía una gran afición por las lociones y ropa de exclusivas marcas.
Se calcula que semanalmente gastaba hasta 400 millones de pesos para satisfacer sus gustos personales.