Joven denuncia acoso y amenazas constantes de un compañero de clase. Desde el año pasado Laura Espinoza ha sido víctima de acoso y aunque ha denunciado ante las entidades del Estado, teme por su vida y la de algún miembro de su familia.
La denuncia fue publicada en Instagram a través de la cuenta de La poderosa, un colectivo de formación en enfoque de género y feminista. A través de esa red fue posible conocer el caso.
La denuncia
En la publicación la joven denuncia acoso y amenazas constantes de un compañero de clase.
«Alertamos a las instituciones competentes, a las organizaciones internacionales y a la sociedad en general de cualquier ataque que le pueda ocurrir a Laura o algún miembro de su familia«, dice la publicación.
Además, reveló que se trata de un caso de acoso y amenazas constantes por parte de uno de sus compañeros de clase.
«Laura, nos narra su dolor, su experiencia de acoso y las amenazas constantes que sufre desde el año pasado por un compañero de clase. Ella ya ha acudido a las instancias legales pero ya sabemos que esos procesos son lentos, mientras la fiscalía resuelve y adelanta la investigación«, agregó la publicación.
Además, agregó que Laura está desesperada al ver su rostro en las redes sociales, en las que a través de cuentas falsas aparece ofreciendo “servicios sexuales” y teme por su vida y la de su familia.
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El caso
Laura relató a través del video que es víctima de acoso desde junio del 2020.
«Desde junio del año pasado Luis Alfredo Amaris Ortiz suplantó mi identidad en redes sociales. Creó cuentas en Facebook y páginas web prostituyéndome. Trató de entrar a mis cuentas bancaria, a mis correos personales y al correo de la universidad. También amenazó personas a mi nombre y al de mi padre«, dice Laura en la primera parte del video.
Luego, Laura explicó cómo conoció a Amaris. Dice que fue a través de un grupo creado en la universidad, porque también es estudiante de la misma institución en donde cursa Ingeniería de Telecomunicaciones.
«Desde ahí nos hicimos amigos ya que teníamos algunos cursos en común. Él se enamoró de mí y sostuvimos una conversación de manera virtual por tres meses y medio. En todo ese tiempo el demostró ser una persona controladora y manipuladora«, reveló la víctima.
Las amenazas
Justamente por esos comportamientos fue que tomó la decisión de alejarse de él y fue cuando iniciaron las agresiones.
«En el momento en el que le dije que no quería estar más en contacto con él, me amenazó con hacerme daño. Yo no le presté atención porque pensé que no llegaría a tanto. Efectivamente comenzó a hacerme daño«, dijo.
Ante los hechos, Laura quiso instaurar la denuncia en Rovira, municipio del departamento del Tolima. Sin embargo, por la cuarentena debió hacerla en Rocesvalles en donde el inspector le ayudó a redactarla.
Después de varias semanas no pasó nada y Laura empezó a recibir llamadas de conocidos que le reclamaban por tratarlos mal, cuando no era ella.
«Me escribían hombres diciéndome una cantidad de cosas horribles. Le pedí a Luis Alfredo Amaris que lo dejara de hacer y me condicionó a que para borrar todo tenía que volver a estar en contacto con él. Accedí y borró todo el contenido durante ese tiempo«, explicó.
Se agudizó la situación
En enero de este año Laura pidió apoyo en la universidad y llegó a la Defensoría del Pueblo en donde le dijeron que dejara de tener contacto con él. Así lo hizo, pero eso intensificó las agresiones.
«Empecé a aparecer en diferentes cuentas de «confiésate» donde aparecía mi foto y decían cosas horribles de mi. También en otras cuentas a las que contacté y algunas entendieron y bajaron la publicación. Sin embargo, otras no lo hicieron«, comentó.
Con los días la exposición en las redes sociales de los municipios cercanos se intensificó y también fueron expuestas las hermanas de Laura.
El proceso ante la Fiscalía
Finalmente la Fiscalía se comunicó con Laura y establecieron una fecha para llegar a una conciliación. El 18 de marzo se llevó a cabo y en esta Luis Alfredo aceptó los cargos. La solución fue ordenarle que borrara todo lo que había publicado.
De tal manera la Fiscalía dio por terminado el caso en el proceso de conciliación. Sin embargo, el ente acusador explicó que si llegara a suceder algo similar se debía iniciar un nuevo proceso.
«El 19 de marzo empecé a recibir correos electrónicos en inglés. Al traducirlos eran amenazas y advertencias de que me tenía que cuidar. Esos correos llegan todos los días, dos o tres veces«, indicó.
Además, se volvieron a crear cuentas en las redes sociales con fotos e información falsa pero con todos los datos de Laura.
Ante los hechos se espera la pronta acción de las autoridades competentes.