En esta historia se cuentan las historias de algunas de las mujeres que le han hecho frente al covid. Desde sus lugares de trabajo, en el Hospital de La Samaritana en Bogotá, cuentan qué ha sido los más difícil para ellas en medio de esta contingencia.
1. Yudi Juliana Popo Mosquera, Fisioterapeuta, 24 años.
Ver cómo sufren los pacientes. Ver que muchas veces no pueden salir de esto. Uno se apega mucho a los pacientes, pero a veces su cuerpo no aguanta más y fallece. Eso para uno es muy difícil.
2. Luz Myriam Duque Torres, aseadora en UCI, 49 años.
Para mi lo más difícil ha sido tener contacto con pacientes, entrar a sus cubículos, saber que tienen virus o bacterias. Y después volver a mi casa, aislarme de mi esposo y mi hija. No volver a visitar a mis papás. Aislarme por completo.
3. María Edilsa Suárez Redondo, aseadora en UCI, 53 años.
Lo más difícil que he visto en este año ha sido ver morir personas sin que sus familiares puedan darles el último adiós. Sin que nadie les haya dado una visita.
4. Nubia Marlen Daza, enfermera jefe, 52 años.
Los más difícil ha sido enfrentarse a los cambios radicales, a los hábitos nuevos. El sólo hecho de usar un tapabocas ya es un aislamiento.
5. Angélica Gutiérrez Álvarez, técnica en equipo biomédico, 39 años.
Para mí lo más difícil ha sido no ser reconocido como un trabajador de la salud. Mi labor consiste en estar pendiente de todos los equipos médicos. Todo el tiempo estoy en UCI, revisando equipos, capacitando personal médico y tengo contacto con personas contagiadas todo el tiempo, pero para el gobierno no tengo contacto con lo que pasa con esta pandemia en un hospital.
6. Diana Murcia, vigilante en recepción de hospital, 52 años.
Lo más difícil que he vivido aquí es ver cómo la gente no puede ingresar a visitar a sus familiares. Es doloroso cuando fallece alguien no poderle dar el último adiós.