Los primeros estadounidenses podrían empezar a recibir la vacuna de la covid-19 como pronto el próximo 12 de diciembre, pronosticó este domingo el principal asesor de la Operación «Warp Speed», el equipo de la Casa Blanca que intenta acelerar las soluciones médicas a la pandemia.
Los asesores de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), se reunirán el próximo 10 de diciembre para decidir si aprueban la vacuna desarrollada por la farmacéutica Pfizer y su socia alemana BioNTech, que este viernes pidieron una autorización de urgencia para su preparado en el país norteamericano.
Si le dan el visto bueno ese mismo día, el Gobierno estadounidense está «preparado para empezar a distribuir las vacunas en las 24 horas siguientes a su aprobación», aseguró el asesor de la Operación «Warp Speed», Moncef Slaoui, en una entrevista con la cadena ABC News.
«Tendremos las (primeras) vacunas (distribuidas) un día después de la aprobación, y esperamos que la gente pueda empezar a ser inmunizada, diría que en las 48 horas siguientes a la aprobación», es decir, el 12 de diciembre, añadió Slaoui.
Si eso ocurre, el experto calculó que Estados Unidos podría volver a lo más parecido a una nueva normalidad «en algún momento del mes de mayo» de 2021, cuando estimó que el 70 % de la población habrá recibido la vacuna y se habrá logrado una inmunidad de grupo.
Las primeras vacunas se distribuirán de una forma proporcional a la población de cada estado, y esos territorios podrán decidir quién tendrá prioridad para recibirla, normalmente entre la población de alto riesgo y los profesionales médicos, explicó Slaoui.
El Gobierno de Trump ha dado pocos detalles sobre cómo afrontará el reto de vacunar a los más de 330 millones de habitantes de Estados Unidos, y no ha compartido sus planes con el equipo del presidente electo, Joe Biden, quien ha advertido de que esa falta de cooperación puede costar vidas en el país.
El calendario trazado por Slaoui implica que las primeras vacunas podrían empezar a administrarse más de un mes antes de que Biden tome posesión de su cargo, el próximo 20 de enero.
El esfuerzo de vacunación deberá afrontar además la desconfianza de muchos estadounidenses hacia la vacuna: solo el 58 % de los ciudadanos están dispuestos a que se la administren, según una encuesta publicada esta semana por Gallup.
La vacuna de Pfizer requiere dos dosis administradas a unas tres semanas de diferencia, y ha demostrado hasta un 95 % de eficacia en pruebas clínicas preliminares, sin grandes problemas de seguridad.
Estados Unidos cuenta con otra candidata que también ha demostrado la efectividad de su vacuna, la de la farmacéutica Moderna, que podría solicitar la autorización de emergencia en breve y que, al contrario que Pfizer, sí le debe a la inyección de fondos del Gobierno estadounidense parte de su éxito en el históricamente rápido proceso de desarrollo del preparado.
El país norteamericano se encuentra en pleno repunte de contagios de covid-19: ha superado ya los 12 millones de casos de coronavirus y suma ya más de 255.000 muertes, más que ningún otro país en el mundo.