La noticia de una posible deportación del paramilitar Salvatore Mancuso no ha caído bien en Colombia.
Ni los colectivos de víctimas, ni las autoridades judiciales, que lo esperan para que cumpla condena, se esperaban este movimiento.
Sin embargo, quien no se había referido al tema, era el presidente Iván Duque, que fue muy enfático en lanzar una amenaza.
El primer mandatario aseguró que iría ante la Jurisdicción Universal, si el designio de las autoridades estadounidenses consiste en que el para sea deportado a Italia.
«Salvatore Mancuso tiene graves deudas pendientes con la justicia colombiana y por eso se ha pedido su extradición. Si piensa ser deportado a Italia, acudiremos a los principios de jurisdicción universal por crímenes de lesa humanidad. Sus crímenes no quedarán en la impunidad», apuntó el presidente en su cuenta de Twitter.
Pero fue aún más enfático.
«El futuro de Salvatore Mancuso en Colombia debe ser una cárcel. Ofrecerle caminos de ausencia de prisión y no extradición a cambio de supuesta “verdad” es una agresión a sus víctimas, que esperan sanciones ejemplarizantes», apuntó Duque.
Sin embargo, cabe recordar que fue Colombia y el Gobierno colombiano, quien emitió mal la orden de extradición de a quien hoy el presidente quiere ver en la cárcel.