Aunque en Bogotá suele haber días de un sol esplendoroso, no se puede negar que la mayor parte del tiempo su cielo está cubierto por nubes, lo que hace que su clima sea frío y llueva con bastante frecuencia. Contrario a lo que muchos pensarían, esta característica hace que la capital colombiana sea un lugar ideal para la instalación de paneles solares. Por supuesto, también tiene mucho que ver su nivel de altura, a 2.625 metros sobre el mar, que hace que la radiación del sol sea más directa. El uso de energía solar, una apuesta cada vez más fuerte en Bogotá.
Así lo explica Hugo Cabré, líder de departamento de seguimiento voltáico de GreenYellow, una empresa francesa que lleva ocho años implementando soluciones de energía solar y eficiencia energética en el país.
“Colombia tiene una excelente radiación solar, en promedio 4.5 kilovatios hora por día, que es el aquivalente de un país africano. Bogotá tiene una muy buena irradiación solar, mayor a muchos países de Europa, como Alemania, y este es uno de los países del mundo que tiene más potencia solar instalada. El frío es bueno para mantener todos los equipos eléctricos de las plantas solares pues ayuda a enfriarlos y aumentar el rendimiento. Al no haber humedad ni sal en el aire el mantenimiento también es más sencillo que en otras zonas del país, así que se pueden tener unos ahorros excelentes”, indica el experto.
En Bogotá ya existen varios ejemplos de implementación de este tipo de energía alternativa que funcionan a la perfección como el del Aeropuerto El Dorado (10.000 paneles solares que dejan de emitir 1.375 toneladas de CO2 al año), el del Centro Comercial Plaza de las Américas (1.054 paneles que evitan emitir 260 toneladas de CO2 al año), y el de la Universidad El Bosque (1.227 paneles solares que evitan la emisión de 79.2 toneladas de CO2 al año), entre otros.
Aprovechando esta situación y teniendo en cuenta que la transición del uso de energía tradicional a energía limpia es una necesidad que el planeta “pide a gritos”, el Centro Comercial Diverplaza, al noroccidente de Bogotá, se sumó e inició el funcionamiento de su planta solar en enero de este año.
“La planta tendrá una producción de más de 284 mil kilovatios hora por año, permitiendo al Centro Comercial reducir en un 18% el valor de su factura eléctrica, así como la emisión de 91 toneladas de CO2, equivalente al efecto depurativo de 434 árboles”, explicó por su parte Rodolphe Demaine, CEO de GreenYellow para Colombia y Panamá.
El uso de energía solar, una apuesta cada vez más fuerte en Bogotá
“Estos paneles solares contienen silicio que capta fotones (partículas del sol) que golpean elecrones que generan un flujo eléctrico que pasa por cables y generan una corriente directa. Esa corriente llega a un inversor que convierte la electricidad alterna y el centro comercial se puede conectar directamente. Todo lo que se produce se consume, no hay baterías, esto debido a que el mayor consumo del centro comercial es durante el día. Es un excelente modelo para un centro comercial”, explica Cabré.
Desde su inauguración en el 2004, este centro comercial ha trabajado por ser más sostenible a través de su estrategia de RSE, la cual incluye aprovechamiento de aguas residuales, puntos ecológicos y manejo de los residuos. De hecho, con la instalación de esta planta recibieron la certificación LEED, (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), un sistema de reconocimiento internacional para edificios sustentables creado en Estados Unidos y promovido ampliamente en todo el mundo.
La inversión del proyecto fue de 150.000 dólares, pero cabe resaltar que, en esta ocasión, el centro comercial no tuvo que poner dinero debido a que tomaron uno de los modelos de negocio de GreenYellow en el que se firma un contrato por proveer el servicio por un periodo pactado de tiempo. La gran ventaja de esto es que, aunque se pacta un pecio del kilovatio por dicho periodo, siempre será significativamente menor que el valor asignado por la empresa de energía, en este caso, Codensa, y no hay subidas inesperadas de precio. A eso se suma que el consumo eléctrico también es menor.
“Para tener una idea, para instalar una planta solar de gran manitud se necesitan en promedio unos 800 mil dólares. Nuestro modelo de negocio hace que nososotros hagamos la inversión y hacemos acompañamiento por 15 años. Pero hoy la tecnología permite que una planta dure 25 años sin ningún tipo de problema, así que realmente es algo que es de propiedad del cliente y que también valoriza el predio”, explica Demaine.
En general, los expertos coinciden en que el potencial de Colombia para generar energías limpias es superior al de muchos pañises del mundo.
“El país tiene enormes sectores con muy buena radiación donde no hay mucha población, así como grandes ciudades muy concentradas cercanas a estos sitios. Vemos que cada vez que llega el fenómeno del niño o la niña se afecta la sostenibilidad. La energía solar puede ser muy útil para sectores donde no está cercana la red eléctrica. Puede ser muy significativo para Colombia implmentar estas tecnologías. Además, la energía solar se puede instalar prcaticamente en el techo de cualquier casa”, indica Demaine.