El partido colombiano Farc denunció este miércoles el asesinato del excombatiente Edwin de Jesús Carrascal, perpetrado en la noche del martes en el municipio de Colosó, en el departamento caribeño de Sucre (norte).
Según la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Cómun (Farc), el desmovilizado se encontraba en su vivienda cuando dos hombres armados tocaron a su puerta, preguntaron por él y una vez lo identificaron le dispararon sin mediar palabra.
De acuerdo con Yuri Camargo, también desmovilizado de la guerrilla, Carrascal fue «trasladado a la Clínica de Santa María de Sincelejo» por la gravedad de sus heridas y allí falleció.
Según medios locales, los hombres, que se movilizaban en motocicleta, huyeron del lugar pero dejaron allí dos armas de fuego.
La senadora del partido de la Farc Sandra Ramírez le pidió al Gobierno respuestas sobre las medidas que está tomando para detener el asesinato de los excombatientes.
«¡Exigimos que pare este exterminio, exigimos garantías!», dijo en su cuenta de Twitter.
En ese sentido, la senadora Victoria Sandino aseguró que «el hogar de los exguerrilleros se ha convertido en el lugar más inseguro para ellos. Este viene siendo el ‘modus operandi’ de los victimarios».
El pasado 6 de marzo, la Farc pidió a las autoridades investigar el homicidio de la también desmovilizada Astrid Conde Gutiérrez en Bogotá.
El constante asesinato de exguerrilleros de las Farc que se acogieron al acuerdo de paz llevó a que el pasado 25 de febrero centenares de personas se manifestaran con un cacerolazo en el centro de Bogotá para exigir al Gobierno colombiano que detenga lo que consideran un «genocidio».
Según cifras del partido Farc, desde el 1 de diciembre de 2016, cuando entró en vigor el acuerdo de paz firmado una semana antes, 189 excombatientes han sido asesinados, lo que supone una media de casi cinco al mes.
La ONU alertó el 31 de diciembre del año pasado que solo en 2019 al menos 77 exguerrilleros fueron asesinados en Colombia, y denunció además 14 desapariciones y 29 intentos de homicidio.
Esos asesinatos llevaron al organismo a calificar el 2019 como «el año más violento» para los exguerrilleros de las Farc que se acogieron al acuerdo de paz de Colombia.