En 2017, el entonces candidato a la Presidencia, Iván Duque, en plaza pública, les prometió a los textileros, confeccionistas y a todo el sector de la moda colombiana que si lo apoyaban y llegaba a la Presidencia, tendría la política arancelaria más dura de los últimos tiempos. Duque incumplió promesa a los textileros e irían a paro.
El anuncio motivó al sector de la confección, que venía en disputas con los gobiernos que no equilibraban la ‘cancha’ con los confeccionistas asiáticos, que llenan al país con prendas fabricadas en maquilas en el mar abierto.
Pues hasta el expresidente Álvaro Uribe le envió un mensaje a Duque para que llegue a acuerdos:
Esperamos que el Gbno logre el mejor acuerdo con el sector de textiles y confecciones, generador de empleo masivo.
La globalización necesita el equilibrio razonable con la protección a la producción doméstica
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) February 28, 2020
“Es muy triste lo que voy a decir, pero desde que el presidente quedó elegido, nos hemos reunido 16 veces con su vocero, que es el ministro de Comercio (José Manuel Restrepo), pero a pesar de que varios le han recalcado que se reúna con el gremio, Duque no nos ha dado la cara”, resaltó Camilo Rodríguez, el presidente de la Cámara Colombiana de la Confección.
El problema del incumplimiento, como lo catalogan textileros, hileros y confeccionistas, es que uno de los renglones más importantes de la economía nacional está compitiendo en condiciones desfavorables con el gigante asiático.
“¿Qué pedimos? Que haya un arancel importante para los asiáticos que quieren exportar sus productos. No se trata de que nos privilegie, sino de competir en buenas condiciones”, apuntó Rodríguez.
Y es que la realidad es que la producción de textiles en Asia es mucho más económica que en nuestro país.
“Lo que se le dice al presidente es que entienda que un kilovatio de luz en China es mucho más barato que en Colombia, la mano trabajadora es mucho más económica y así no podemos competir”, reseña el directivo.
En 2015, los empleos formales que generaba la industria textilera y de confecciones, según datos del Dane, eran 2.200.000. Hoy son solo 1.600.000. ¿La razón? Los confeccionistas explican la situación.
“Para el primer gobierno de Juan Manuel Santos, hacia el año 2015, estaba vigente un decreto con lo que se denominaba arancel mixto. Esto equilibró la cancha, pero tras la decisión de la Corte Constitucional, el decreto se cayó y con esto el empleo”, afirmó Rodríguez a PUBLIMETRO.
Según las estadísticas del Dane, los empleos del sector son ocupados por mujeres en su mayoría y, según la Cámara, “las más beneficiadas son las víctimas del conflicto. Esto se trata de igualdad”, afirma.
El Ministerio de Comercio trabaja en un decreto con un arancel de 40% ad valorem a las importaciones de confecciones y textiles, pero para el gremio esto no es suficiente y hasta que no esté firmado, no significará nada.
La propuesta de los textileros es implementar un arancel de 37,5% a la ropa importada por menos de 20 dólares el kilo. Actualmente, existe un arancel del 40% para ropa importada por debajo de US10 el kilo.
Sin embargo, lo que pareciera un simple asunto de falta de voluntad política del Gobierno, podría traer entramados de intereses particulares.