La alcaldesa electa Claudia López designó a Luis Ernesto Gómez como el nuevo secretario de Gobierno.
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Es economista y politólogo de la Universidad Humboldt de Berlín, con maestría en Política Pública y Administración del London School of Economics. Se ha desempeñado como viceministro de Trabajo y del Interior.
¿Cómo fue la decisión de hacer parte de la campaña de Claudia López y renunciar a su aspiración a la Alcaldía?
Fue una decisión difícil, pero las lecciones de la elección presidencial, donde personas que compartíamos causas comunes participamos de manera dividida, dejando como ganador al Centro Democrático. Esas lecciones quedaron aprendidas (…) lo hice porque hay que pensar en la ciudad y porque tenemos que ser capaces de que nuestras causas comunes sean más importantes.
¿Cuál será el principal reto al estar en la dirección de la Secretaría de Gobierno?
El reto de ser secretario de Gobierno en estos momentos es a la vez una oportunidad. El reto es que hoy más que nunca tenemos que gobernar desde la humildad, desde la empatía, escuchando al otro, entendiendo que el resultado del 27 de octubre que nos dio la elección no es un mandato para hacer lo que nosotros queramos en los próximos cuatro años, es un mandato para trabajar por los que votaron por nosotros, pero especialmente por aquellos que no lo hicieron, y que tienen una serie de demandas y expectativas. Bogotá no va a cambiar solo porque cambie el alcalde, o porque cambie el secretario de Gobierno, Bogotá va a cambiar porque cada uno de nosotros lo haga.
¿Cómo será el trabajo con el Concejo de Bogotá?
Hay un ánimo francamente constructivo de todas las bancadas, incluso, de los partidos con los cuales competimos en esta elección, y que perfectamente pudieron declararse en oposición. Hay un nuevo grupo de concejales que entienden que lo más importante es demostrarles a los ciudadanos que somos capaces de tener una causa común, que es Bogotá.
Mi primera tarea es conformar un equipo de trabajo en el Concejo de Bogotá, unas mayorías que le permitan a la Administración impulsar un Plan de Desarrollo. Además, tenemos una gran oportunidad para concertar un Plan de Ordenamiento Territorial (POT), para que la gente realmente se apropie de la ciudad.
Estos espacios con el Concejo de Bogotá también los complementaremos con los Encuentros Ciudadanos, que son escenarios de participación ciudadana igual de importantes al Cabildo.
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¿Cómo será el acompañamiento de la cartera de Gobierno a las protestas ciudadanas?
Tenemos que cambiar la idea de que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) es para atender a las manifestaciones cuando se desarrollan de manera pacífica.
Lo que hoy estamos viendo es una ciudadanía que protesta de manera pacífica, creativa, con arte y música, y eso a mí no me da susto, me llena de esperanza. Para mí es un despertar de la democracia, y una oportunidad para que las personas se apropien del rumbo de su ciudad, de nuestra sociedad, y por eso el trato con quienes protesten será de respeto, diálogo y concertación.
Luego de la muerte de Dilan Cruz, y de otros casos de abuso policial, muchos ciudadanos han planteado disolver el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Usted dice no estar de acuerdo, ¿por qué?
Nada, absolutamente nada, justifica la muerte de un joven como Dilan Cruz, que estaba protestando por una educación de calidad, que es un derecho justo. Entiendo que muchos reclamen como solución el desmonte del Esmad, pero la realidad es que este Escuadrón no está hecho para matar jóvenes, y ahí es donde hay una gran necesidad de que se cumplan con los protocolos establecidos, además de revisarlos y modificarlos a la luz de lo que está pasando.
Pero el desmonte del Esmad no es la solución, la verdadera solución es que haya una reglamentación que garantice que el Esmad sea para lo que debe ser, que es cuidar y acompañar la integridad de quienes protestan, no atentar contra ellos. Por su puesto, que en casos de violencia y vandalismo deben evitar que esto afecte a los otros ciudadanos.
La Defensoría del Pueblo, en varias alertas tempranas, ha denunciado amenazas a líderes y presencia de integrantes de grupos armados ilegales. La Secretaría cuenta con una ruta de protección para defensores de derechos humanos, ¿continuará con este canal de atención?, ¿qué hacer ante las denuncias?
A lo largo de la campaña expresamos varias diferencias con la administración saliente, pero algo que hay que reconocerle a la Secretaría de Gobierno fue la atención a las alertas tempranas y las denuncias contra líderes sociales.
Sabemos que esto es un desafío a nivel nacional, pero en la ciudad de Bogotá el reporte es positivo. Aunque se han presentado amenazas, ha existido una intervención oportuna de las autoridades. Hay que continuar con esta labor.
Usted estuvo muy cerca del proceso de paz, ¿de qué manera consolidar estos acuerdos desde la Alcaldía?
Lo primero que se necesita para la implementación de los acuerdos de paz es la voluntad política, y esta administración la tiene. Claudia López fue una activista por el sí, y lo fui yo también, como seguramente muchos de los que lleguen a integrar el equipo de gobierno. Esto se logrará asignando los recursos correspondientes a toda la política de reparación de víctimas, y asegurando que Bogotá sea un espacio de reincorporación con todas las garantías, en los casos que sea necesario. Pero especialmente, es un tema de actitud y respeto por todas las políticas.
¿Cómo afianzar Bogotá 24 horas?
Bogotá tiene todo para ser una metrópoli 24/7. Si bien hay un acuerdo del Concejo, lo que hay que hacer es llevar ese proyecto a la realidad. Esto implica disponer de toda la logística de seguridad y de dar garantías de movilidad para que la ciudad opere efectivamente las 24 horas. Este será uno de los temas que empezaremos a trabajar y que seguramente hará parte del Plan de Desarrollo.
¿Qué pasará con las corridas de toros en la capital?
Colombia entera sabe que como viceministro del Interior impulsé la prohibición de las corridas de toros. Creo representan una cultura que subordina a la naturaleza para el entretenimiento.
El Distrito no tiene la facultad legal de prohibirlas, la tiene el Congreso, hasta donde llevé la iniciativa. El fallo de la sentencia permite el uso de ese espacio (Plaza cultural la Santamaría) para esa actividad que no comparto, y por eso, como nos corresponde, seremos respetuosos de la ley, pero seguiremos, sin duda alguna, luchando contra el maltrato animal en todas sus formas, no solo en las corridas, y respetando el derecho de los que lamentablemente aún disfrutan de ese espectáculo.
La verdadera victoria de los que protegemos a los animales es que cambié el chip de la gente hasta tal punto que nadie quiera comprarse una boleta.