La elección al Concejo de Bogotá es una de las más importantes de la jornada del 27 de octubre. Las 45 curules que serán elegidas para el Concejo tendrán que aclarar la ejecución de una alcaldía que puede cambiar el rumbo de Bogotá. Además, la reacción contra la corrupción ha provocado una oleada de apoyos a candidaturas alternativas y a partidos de oposición.
Dos de los más fuertes son la Alianza Verde y el Polo Democrático, que mantienen una alianza desde las pasadas elecciones al Congreso. La misma se vio representada con la elección de Claudia López como su candidata, que implicó el retroceso de Celio Nieves para regresar al cabildo. Justamente, el líder sindical es la cabeza de la lista del Polo.
Pero mientras el partido de izquierda se encuentra en una posición más cercana a la unión, los verdes no han logrado poner orden en el caleidoscopio de su lista. Su propia cabeza tuvo que ser cambiada, en lo que puede interpretarse como una llamada al orden de Claudia López. La posición no es sencilla para la Alianza Verde, donde sus corrientes internas chocaron en medio de la lista.
Verde en muchos tonos
Dentro de la Alianza Verde las vertientes han sido muy marcadas. Las adhesiones históricas de movimientos como Visionarios, de Antanas Mockus; Compromiso Ciudadano, de Sergio Fajardo, y sectores del progresismo de Gustavo Petro muestran dinámicas muy diversas. Estas chocaron de forma masiva con la elección de la cabeza de lista para el Concejo de Bogotá.
En un principio, la cabeza iba a ser Jorge Torres. El concejal, de la cuerda de Mockus y el más votado de la lista verde en 2015, ha tenido muchas polémicas por su apoyo a proyectos de Enrique Peñalosa como la venta de ETB. Esto lo puso a chocar con López, quien lo habría vetado. Para solventar este veto, la cabeza de lista fue asignada a Diego Cancino, quien fue asesor de Mockus y de Ángela María Robledo.
Por supuesto, esta posición no modifica la causa de estas fricciones. A las diferencias entre mockusianos, fajardistas y alternativos se sumó la presencia de seis candidatos del movimiento Activista. Andrea Feo, Libardo Asprilla, Claudia Calao, Luis Leal, Ximena Carrillo y Ricardo Ruge son la representación del movimiento de Luis Ernesto Gómez, que por sus posturas se acercan mucho más a la izquierda. Además plantean un movimiento de redes sociales, en el que la preocupación es la división de fuentes.
Estas posturas chocan contra las de otros compañeros de lista, como Lucía Bastidas. La concejal ha sido una fiel seguidora de Peñalosa, aún en contra de su partido, en propuestas como el POT y la construcción en la ronda del río Bogotá. A tal punto, que la propia López pidió que los electores decidieran “con votos, y se elija a otro tipo de concejales de la coalición de Activista, el Verde y el Polo que sí están convencidos en la concertación ambiental y social”, dijo en entrevista con PUBLIMETRO.
Todo esto se ha convertido en un dolor de cabeza para el partido. La presencia de los aspirantes de Activista ha servido para renovar la lista. La presencia en redes sociales de estos líderes ha generado una renovación. También hay un dejo de intelectualidad que otorgan académicos como Cancino, Diego Laserna y Martín Rivera. Todas estas visiones de ciudad hacen que predecir el desempeño electoral verde sea muy difícil, aunque el arrastre personal de Claudia pueda fortalecer la lista.
Un Polo más ordenado
Las disyuntivas que enfrentan los verdes parecen haberse acabado en el Polo. La salida de Gustavo Petro y Clara López ha dejado un partido con un orden importante, en el que las diferencias personales son más reducidas que en 2015. Sobre todo, el mando de una bancada reconocidamente antipeñalosista, de cuatro concejales ampliamente reconocidos.
Esta posición la denota, sobre todo, el apoyo que se dio a la coalición de Claudia López. Una de las pocas voces en contra de esta postura la dio el candidato Carlos Carrillo, diseñador industrial que lideró múltiples iniciativas contra Peñalosa. Aunque Carrillo aseguró en una carta que la coalición debía romperse por la reticencia de Claudia al apoyo irrestricto al metro subterráneo, esta posición fue rechazada por sus líderes. Nieves destacó en diálogo con PUBLIMETRO que la lista se encuentra unida alrededor de Claudia.
Aún así, hay varios ecos que retumban en la lista. Uno de ellos es el espectro de Samuel Moreno, el exalcalde de Bogotá condenado por el carrusel de la contratación, quien fue uno de los fundadores del Polo. Herman Martínez, quien fue director del Jardín Botánico durante su administración, fue investigado por la Procuraduría General de la Nación.
Aunque la lista del Polo no tiene nombres tan reconocidos como en años pasados, los candidatos se han buscado reforzar con trabajo local. Gran parte de los candidatos son líderes de localidades como Kennedy, Suba y Ciudad Bolívar, donde las administraciones de Lucho Garzón y Moreno hicieron inversiones sociales. En este aspecto, el partido enfrenta una amenaza de la izquierda con la lista de Colombia Humana, que busca fortalecer las mismas inversiones que hizo Petro durante su administración.
A pesar de esto, el Polo cuenta con una organización firme. Los sindicatos, tradicional fuerza de la izquierda, tienen una gran representación en su lista, desde el propio Celio Nieves, quien fue director de la ADE y líder docente. Asimismo, los votos del antipeñalosismo también recuerdan a concejales como Manuel Sarmiento, Xinia Navarro y Álvaro Argote, quienes consolidaron una lista de oposición acérrima junto con María Fernanda Rojas.
Sobre todo, la coalición mantendrá su fuerte: una visión independiente, en la que se hará control político a la Alcaldía sin importar quién sea el elegido a ocupar el Palacio Liévano el 27 de octubre.
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