La historia no es una historia feliz. Marcos, el perro de más de 10 años que espera en una puerta del Hospital San marcos, en Chinchiná, Caldas, se ha robado el corazón de muchos y las lágrimas de otros.
El perro, un criollito que ya está adulto, empezó a parecer en la puerta del hospital caldense, un día, en la puerta, sin que se supiera de dónde venía o a dónde iba.
Sin embargo, el visitante, que se volvió asiduo al pasar de los días, terminó por llamar la atención del personal médico y de salud del centro, al notar que asistía todos los días, como esperando a alguien que nunca ha salido.
El perro, con 70 años de humano, vive en un hogar de paso en donde lo acogieron, pero todos los días camina desde el parque central del pueblo, hasta las puertas del hospital, en donde espera y olfatea todos los días.
Así es la historia que el reportero Jhon Bonilla de El Tiempo, Manizales, que siguió al can en su recorrido diario.
El perro apareció desde abril de 2017 y no se ha despegado de centro asistencial, con lo que aseguran que espera a un paciente que murió y que estuvo internado allí.
La historia recuerda a Hachiko, el perro que murió esperando a su humano, que falleció trágicamente y llevada a la pantalla grande por Richard Gere y un perro akita.
Ahora, Marcos, a quien apodaron así por el nombre del centro asistencial, es reconocido por todos en el pueblo, e incluso pasa las tardes en restaurantes lo atienden, según el reportero.
El perro pasa sus días en el Café del Parque, un exclusivo restaurante del centro del pueblo, en donde lo cuidan y ya no hay problema por su estadía.
Según varias personas, el perro ya ha sido visto por veterinarios y etólogos que dicen que espera a su amo, pero que al aparecer este nunca aparecerá.
Él es Marcos. Desde 2017 espera a su amo en las puertas del hospital de Chinchiná, en Caldas. Aunque nadie sabe con exactitud el día cuando el perro empezó a visitar el centro asistencial, los médicos coinciden en que busca a un paciente que entró al hospital y tal vez murió.💔 pic.twitter.com/Xc2mLR8tpi
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) September 30, 2019
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