Durante la madrugada del último jueves Kerry Jordo, de 63 años, se encontraba conduciendo por una carretera de Nueva Zelanda en compañía de su mascota, cuando inesperadamente perdió el control de su vehículo y cayó 100 metros por un terreno empinado, según información de Il Secolo XIX.
Ella quedó atrapada allí durante 3 días y con graves heridas en su cuerpo, pero lo que hizo su perro durante ese tiempo le salvó la vida.
La mujer había comenzado un recorrido en automóvil que iba desde Masterton hasta Palmerston North, una ciudad neozelandesa ubicada junto al río Manawatu, en la parte sur del país. Iba acompañada de su perro, una mezcla de Border Collie, pero por razones que se investigan perdió la dirección del rodado, se salió de asfalto y se estrelló contra la valla contenedora.
Debido a la velocidad a la que iba el impacto logró atravesar la valla metálica haciendo que salga despedida por una caída de aproximadamente 100 metros en el abismo. A pesar de las heridas, ella logró salir del vehículo, pero le fue imposible subir hasta la carretera y pedir algún tipo de auxilio.
Las autoridades locales explicaron a Il Secolo XIX que “debido a su ubicación estaba razonablemente bien escondida de la carretera, por lo que nos imaginamos por qué nadie se dio cuenta del coche en la zanja“.
Durante 3 días estuvo atrapada sin poder hacer nada. Todo ese tiempo, su perro se pegó a ella y la mantuvo caliente, cuando vio una oportunidad, salió corriendo logró llamar la atención de alguien que se encontraba merodeando por el lugar.
Gracias a esto, momentos más tarde acudió al lugar un equipo de bomberos y un helicóptero que lograron rescatarla con éxito.
“Pasó tres noches en el monte, en el frío. Así que ni siquiera la hipotermia mejoró la situación. Pero ella estaba viva sólo gracias a su fiel Pat, a quien llama “su hijo“, deslizaron.