En poco más de un mes, el Renault Kwid se convirtió en el vehículo más vendido de Colombia. Un mes después del lanzamiento se vendieron 1277 unidades, la mayor referencia de ventas a nivel nacional. Renault se trepó a la posición de más vendida de todo el país superando a Chevrolet y Nissan según las cifras de Andi y Fenalco.
Todo esto, así dicho, podría apuntar a que el Kwid va a ser una «ficha repetida» en las calles y carreteras colombianas. En efecto, la marca del rombo ha hecho una campaña de expectativa de casi un año y medio desde los primeros rumores y el inicio de producción en Brasil. Para probar cómo se comporta en la vida diaria, PUBLIMETRO tuvo acceso a la versión Outsider, la más equipada.
Desde el primer momento resaltó que el Renault Kwid, por mucho que la marca trate de llamarlo SUV, es un citycar. Con solo 3.6 metros de longitud, una altura al suelo considerable y rines con tres pernos, tiene una similitud más que cercana con el Renault 4. Así lo interpretan muchas personas para las que el «amigo fiel» fue su primer vehículo.
El Kwid y el 4 tienen dimensiones muy similares, pero el carro nuevo se siente mucho más pequeño debido a los refuerzos en las puertas y las bolsas de aire. Esto hace que el espacio interno sea mucho más limitado. El diseño del vehículo es apenas para cuatro personas, y un conductor alto condena a los ocupantes de la silla trasera a apretarse aún más.
Hay algunos detalles que notan claramente los recortes de presupuesto. Por ejemplo, la silla del conductor no ajusta en altura, y el timón no tiene ningún tipo de ajuste. Los switches para las ventanas eléctricas quedan en la consola central. Los rines con tres pernos se ven obsoletos, aún cuando tengan diseños modernos. Por todo lado hay plásticos duros, aunque en el Outsider hay vistosos apliques naranjas en la tapicería.
Caja para exprimir el motor
El motor del Renault Kwid es un tres cilindros de 1000 centímetros cúbicos y 66 caballos de potencia. A ojo, la receta para un vehículo lento y soso, nada raro para la ciudad. Pero la caja es realmente sorprendente, con unas relaciones muy cortas y apropiadas para vías de montaña.
Vale que no tiene la potencia para ser un vehículo que corre mucho. De hecho, superando los 90 kilómetros por hora es tremendamente ruidoso, con el escándalo carrasposo del motor de tres cilindros. Pero acelera muy bien, y en subida se defiende. Y el consumo de combustible es mínimo, rondando los 60 kilómetros por galón en una prueba donde se exprimió al máximo.
Un elemento que también destaca son las suspensiones. Tienen una buena capacidad de absorción de huecos, lo que sumado al despeje de 18 centímetros ayuda al movimiento. Eso sí, la baja potencia y la tracción delantera hacen que el manejo «offroad» al que apunta su diseño sea muy limitado, como vías destapadas, pero nunca trochas.
La tecnología justa
Aunque el Renault Kwid es un vehículo de entrada, tiene los avances tecnológicos que muchos clientes esperan. Sistemas como el aire acondicionado y un radio con bluetooth están en todas las versiones. Además viene con cuatro bolsas de aire, un elemento que le permitió marcar tres estrellas en las pruebas Latin NCAP.
A pesar de esto, hay cosas que hacen falta. El panorámico trasero es mínimo, lo que hace que una cámara o sensores de reversa sean una ausencia mayúscula. La versión más básica tiene una dirección mecánica que, presumiblemente, es muy pesada. Las versiones equipadas tienen dirección eléctrica muy suave, aunque algo riesgosa.
Finalmente, la competencia es cada vez más fuerte. Por esto Colombia fue el primer país de América Latina en el que se comercializó el Outsider, con tanto éxito que agotaron los primeros embarques. En los concesionarios hay las versiones más básicas.
¿Cuáles son las opciones en el mercado? Vehículos como el Kia Picanto, el Chevrolet Spark GT o el Hyundai Grand i10 están un escalón arriba, así como las versiones «peladas» del propio Renault Sandero. La competencia directa parece estar con el Nissan March Active, los Fiat Mobi y Uno Way, además de opciones «exóticas» como el Suzuki Celerio indio o los vehículos chinos.
Una de las grandes ventajas que tiene el Renault Kwid es el respaldo del rombo al frente. La marca francesa ha sumado 50 años de reputación con vehículos baratos, resistentes y económicos. El Kwid tiene todo para continuar la saga de los Renault 4, Twingo, Clio y Sandero. Salvo problemas de confiabilidad, es muy posible que se convierta en un nuevo «amigo fiel».
Ficha técnica
Vehículo: Renault Kwid Outsider 2019
Motor: 1.0 litros, tres cilindros, 66 caballos de potencia.
Transmisión: Manual de cinco velocidades
Tracción: delantera
Precio: desde $29’999.000. En prueba: $35’599.000