La final sin fin. River Plate y Boca Juniors aguardan el fallo de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol. Sin embargo, a horas de que salga el fallo, ya los dos clubes saben qué dirá.
Es un secreto a voces que dictaminarán jugar, más allá de las sanciones que caigan a River. El partido se jugará y ahora resta saber dónde. Muchas sedes se barajaron, entre ellas Medellín. Jugarlo en Qatar era la posibilidad más potable, pero eso se cayó por problemas de ese país con Emiratos Árabes Unidos.
Entonces apareció España. La última ciudad de Sudamérica que fue descartada fue San Pablo. Para Conmebol, hacerlo en nuestro continente era riesgoso para la seguridad.
Miami tenía fuerza, pero justo ese fin de semana jugarán los Delfines de Miami en su estadio. Por eso, aunque se hiciera en otro día, el equipo de la NFL no cedió su estadio.
Final entre River y Boca se disputará en España
Ahora, parece un hecho que se disputará en Madrid o Barcelona. Así lo aseguran varios medios argentinos, entre ellos Radio La Red. En el programa Un Buen Momento, afirmaron que el Santiago Bernabéu es la sede más firme. El Camp Nou también corre, aunque en la ciudad condal dudan de realizar el Superclásico, un día después del enfrentamiento entre el Barsa y el Espanyol.
Desde España agregan que Florentino Pérez presiona para que se juegue en el estadio del Real Madrid. Josep Pedrerol dio la información con fuente directa al presidente merengue. Ese fin de semana, el conjunto blanco jugará en Huesca. Por tal motivo el estadio está disponible.
De hecho, el periodista Matías Palacios anunció desde Madrid que el partido se realizará a las 20:30 horas. Es decir, las 16:30 horas de Argentina y las 2:30 de la tarde de Colombia.
La única certeza que falta para confirmarlo de forma oficial es el fallo del Tribunal. Se espera que el dictamen salga este jueves, o a más tardar el miércoles.
Incluso, el presidente de Boca, Daniel Angelici, se reunió con sus jugadores y les avisó que se juega. El club Xeneize apelará el fallo del Tribunal, de ser en su contra, pero no baraja la opción de no presentarse. Si no lo hace, acarreará sanciones de cinco a diez años por fuera de competencias internacionales.