El próximo domingo 17 de junio se decidirá quién es el candidato que sucederá a Juan Manuel Santos. Iván Duque se llevó la primera vuelta con 39,12% y representará al uribismo que no alcanzó a ganar en primera vuelta y que espera alianzas con Germán Vargas Lleras y los sectores de derecha y centro que temen a la izquierda. Gustavo Petro llega con casi cinco millones de votos y con la responsabilidad de disipar los miedos de los escépticos y moderar para ganarse al centro y al liberalismo.
Ellos son:
Iván Duque
Hace siete meses en el panorama electoral nadie daba un voto por Iván Duque, era ese joven parlamentario del Centro Democrático que intentaba meterse en el radar de Álvaro Uribe; radar que por esos días estaba dirigido a Carlos Holmes Trujillo después del vacío que había dejado Óscar Iván Zuluaga, el candidato favorito del uribismo, debido al escándalo de Odebrecht en el que resultó duramente implicado.
Pero luego vinieron los resultados de las primeras encuestas presidenciales que, en general, pronosticaban un buen futuro a Duque, así como lo resaltó PUBLIMETRO en el primer análisis de encuesta realizado en alianza con Burson Marsteller.
En esa oportunidad aseguramos que Duque era la gran sorpresa de las encuestas porque, pese a que no tenía un porcentaje muy alto en comparación a sus rivales, todos sus resultados eran positivos: su imagen favorable subía, su imagen desfavorable bajaba y la intención de voto aumentaba.
Tal parece que este análisis incomodó dentro del Centro Democrático, tanto así que asesores de la campaña de Holmes Trujillo llegaron a las oficinas de PUBLIMETRO en protesta por poner al joven parlamentario en el análisis de encuestas y no al veterano.
Esa tendencia se mantuvo en las siguientes encuestas hasta que Iván Duque logró lo que quería: que Uribe fijara su mirada en él.
Pero para eso también tuvo que ganar en cada consulta. Primero lo hizo en una consulta interna de su partido y luego fue a las urnas en las elecciones parlamentarias, en las que también ganó la consulta abierta que se hizo con la coalición de la derecha.
Ayer, en su discurso después del triunfo en las elecciones de primera vuelta, Duque les agradeció su apoyo a Uribe y al expresidente Andrés Pastrana por depositar su confianza en él.
También aprovechó para acercarse a los otros candidatos que no pasaron a segunda vuelta.
Sobre Sergio Fajardo aseguró que algunos de sus temas de campaña eran asuntos importantes para el país, como la educación, ética y cultura cívica.
En cuanto a De la Calle, le expresó su respeto pese a las diferencias que tienen y que ventilaron en los espacios de debate.
Finalmente, sobre Germán Vargas Lleras afirmó que son valiosas sus propuestas de deporte, cultura e innovación.
De esta manera, Duque intentará capturar el voto de la centro derecha que para la segunda vuelta quedó dividido y sin un candidato seguro.
Gustavo Petro
En el año 2010, el nombre de Gustavo Petro se posesionaba con el cuatro lugar en las elecciones presidenciales que eligieron a Juan Manuel Santos para su primer gobierno. Con más de 1.300.000 votos, el que fuera el senador que denunció el matrimonio entre paramilitarismo y política, Petro se puso la meta de conseguir el segundo puesto de elección popular más importante del país: la Alcaldía de Bogotá a la que llegó en 2012, trayendo el segundo gobierno de izquierda a la capital.
Su alcaldía, de 2014 a 2015 estuvo llena de sobresaltos. La dura oposición y los resultados que no se le dieron, más la insistencia de Alejandro Ordóñez, entonces procurador, lo sacaron del Palacio de Liévano, pero llenó las plazas y prometió a su equipo volver. Volvió. Llenó las plazas, no solo las de Bogotá, sino de la costa Caribe que hoy le dan la opción de llegar a la Presidencia.
Sus casi cinco millones de votos no alcanzarían hoy. Petro tendrá que unificar el discurso y buscar los votos de los fajardistas de centro izquierda, pero no la tiene fácil. La Coalición Colombia se ha convertido en una de sus grandes opositoras. Senadores como Jorge Robledo y la misma Claudia López fueron duros en sus discursos contra Petro que cuenta con algunas de las bases de la Alianza Verde y del Polo Democrático.
Petro ganó en solo nueve departamentos, el Caribe es su fuerte y las poblaciones víctimas del conflicto apostaron por una opción progresista, pero debe trabajar en consolidar resultados en los santanderes, en Valle del Cauca en donde quedó relegado al tercer lugar, obtener algo más de la zona cafetera y llevarse cerca de dos millones de votos en su nicho electoral por excelencia: Bogotá.
El exalcalde busca tender puentes con los electores de Humberto de la Calle, quizás el más cercano en términos programáticos, y se acerca sigilosamente a Germán Vargas Lleras, a quien ya cuentan en el bolsillo de Duque.
La verdadera prueba vendrá de la mano de cambiar su discurso polarizado, sumando apoyos de centro y ofreciendo, quizás, ministerio a Sergio Fajardo y al candidato liberal.
Petro se vio sonriente en su discurso. Los miedos por posible fraude fueron disipados y se le notó calmado, sin el tono alto que siempre usa. Llamó a la esperanza y pidió unión en torno a un gobierno que denomina ‘diferente’, amigo de las ‘economías limpias’, un acuerdo sobre lo fundamental en cuanto a salud y educación como derecho se refiere y la importancia de un fenómeno político que crece, aún sin techo electoral.