El Presidente Juan Manuel Santos ya entró en la última fase de su mandato. Por eso, a menos de 100 días de entregarle la banda a su sucesor, le recordamos cuáles fueron sus logros, los retos que le quedan y lo que definitivamente no pudo hacer.
Por: Natalia Martínez y Esperanza Arias
Lo que faltó
“Le puedo firmar sobre piedra o sobre mármol, si es necesario, que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi Gobierno”, esa fue una de las frases pronunciadas por el Presidente Juan Manuel Santos que más le costó en su Gobierno porque, en realidad, ocurrió todo lo contrario.
Entre las cosas que los colombianos no podrá perdonarle nunca es que se haya aprobado una reforma tributaria que incluía el aumento del IVA. Y todo esto con la cortina del acuerdo de paz por delante que intentaba ocultar lo que en el Congreso se cocinaba.
El desempleo fue otro de los puntos incumplidos. Pese a que Santos siempre resaltó que la cifra de personas sin trabajo se mantuvo por debajo de los dos dígitos, lo cierto es que nunca pudo ponerla por debajo de 7,5%, promesa que había hecho desde el comienzo de su Gobierno. De prueba está la última medición hecha por el Dane, que situó la cifra de desempleo en 9,4% durante marzo.
Pero el lunar que siempre quedará en el paso de Santos por la Presidencia de Colombia es no cumplir con “una paz completa” al no lograr la firma de la paz con el Eln. Después del acuerdo con las Farc y el anuncio del inicio de los diálogos con el Eln había cierto optimismo en la Casa de Nariño sobre culminar estos ocho años de Gobierno con el fin a 53 años de conflicto. Pero eso no ocurrió.
Poco pasó después aquel diciembre de 2016, cuando Santos fue premiado con el Nobel de Paz por sus “esfuerzos por ponerle fin al conflicto con la guerrilla de las Farc”. Tal parece que para ese momento la sensación del “deber cumplido” invadió al Presidente y el motor de la paz se apagó.
Posterior a esto volvieron a aparecer los males en algunas regiones del país que han sido golpeadas históricamente por el conflicto, como la masacre en Tumaco, los constantes asesinatos de líderes sociales, el aumento de los grupos disidentes de las Farc y el fortalecimiento del Eln y el Epl.
La corrupción y el escándalo de Odebrecht también empañaron la imagen del mandatario. Los casos que se conocieron en el último año de su mandato, como el cartel de la toga, y el hecho de que miembros de su gabinete hubieran recibido coimas de Odebrecht hicieron que los colombianos perdieran la poca confianza que había en el Gobierno.
Al final, aunque a nivel mundial y regional Santos se consolidó como una ficha clave entre países, lo cierto es que en Colombia el porcentaje de desaprobación rondaba el 80%.
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El 80% de los colombianos desaprueban la gestión de Santos
- “Le puedo firmar sobre piedra o sobre mármol, si es necesario, que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi Gobierno”, dijo el Presidente Santos en un foro el 2 de junio de 2010.
Sus retos
Los últimos 100 días de su mandato empezaron a correr desde el 30 de abril. Ese mismo día el Presidente entregó un balance sobre la implementación del acuerdo de paz y reconoció que aún faltan muchas cosas por hacer.
“Hemos tenido dificultades y retrasos. Pero el balance general es positivo”, dijo al término de una reunión con su gabinete en la que hablaron sobre la implementación del acuerdo de paz.
La implementación del acuerdo de paz será a lo que más dedicación le entregue en los próximos meses para consolidar la bandera de su Gobierno.
Según Santos, faltan 7 leyes que están en el Congreso, con mensaje de urgencia. Entre ellas la ley de reforma forestal, clave para aumentar las hectáreas disponibles para los campesinos. Una de esas tiene que ver con las curules para las víctimas que el Congreso hundió en el periodo pasado y que ahora revivieron con una serie de modificaciones.
La restitución de tierras y la reparación a víctimas son los programas que avanzan a toda máquina para intentar entregar un balance positivo el 7 de agosto. Aunque la Unidad de Víctimas y la Unidad de Restitución de Tierras seguirán vigentes en el siguiente mandato, al finalizar el periodo de Santos tendrán que mostrar los resultados de la implementación.
Hasta el momento, de las 8,6 millones de víctimas registradas en la Unidad, 1,8 millones son hoy beneficiarias de programas de generación de ingresos. Además, 300 mil hectáreas han sido ya restituidas a sus verdaderos propietarios y ahora los jueces tendrán que trabajar en los más de 500 mil trámites que existen de reclamantes.
El ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es otro de los retos de Santos en su recta final.
Colombia comenzó el proceso de ingreso a la OCDE en 2013 y para completar el proceso solo falta la aprobación de dos comités. Pero la semana pasada la organización anunció que aplazaría la decisión de su ingreso dos semanas más para analizar los documentos de ingreso.
De los 23 comités que conforman la OCDE, solo falta el del comercio por dar su visto bueno y ahí la opinión de Estados Unidos sería la definitiva. Sin embargo, el viernes pasado este país incluyó a Colombia en el reporte 301 sobre propiedad intelectual que podría afectar la decisión. Pero desde el Gobierno de Santos dicen que no es tan así. «El proceso del informe 301 es de revisión interna de EE.UU. No tiene relación alguna con el proceso de adhesión a la OCDE y tampoco es un requisito de acceso. Algunos comentaristas han querido unir los dos temas pero son independientes», confirmó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en un comunicado.
De lograr el ingreso del país, Santos le dejará a su sucesor la difícil tarea de mantener altos estándares en cuanto a políticas de desarrollo para que Colombia no sea expulsado.
- “Hemos tenido dificultades y retrasos. Pero el balance general es positivo”, manifestó Santos este lunes al término del gabinete de posconflicto.
- 7 leyes se están procesando en el Congreso con mensaje de urgencia para la implementación del acuerdo de paz.
Sus logros:
Santos ha sido uno de los presidentes con una de las popularidades más bajas, de la historia reciente. Desde que arrancó su mandato, tuvo a la mita del país en su contra, pues su relación con el uribismo le creaba réditos del sector más conservador, pero desprecio de la mitad antiuribista.
En cuanto se posesionó, las cosas se empezaron a desdibujar para Álvaro Uribe, quien le hizo campaña consciente, para que siguiera con sus políticas de la seguridad democrática y con el fin de que esa historia de cuidar ‘los tres huevitos’ se fortaleciera. Pues todo cambió cuando Santos dejó de lado la bandera de la guerra y empezó a trabajar por algo impensable para todos, la paz de Colombia.
Por seis años, Santos remó en un proceso que surtió sus altas y bajas y que hoy sigue representando un reto por cumplir. Santos inició en lo que denominaría las «negociaciones más ambiciosas de la historia». Declaró al país en conflicto y allí empezó el camino para buscar una salida negociada. Lo logró. Si hablamos del logro más ambicioso en su Presidencia, Juan Manuel Santos puede agregar a su hoja de vida que finalizó el conflicto más antiguo del continente.
Su apuesta por la paz no paró allí. Su ambición, luego de que logró acordar con las Farc, le preguntó al país en un plebiscito, que hoy, toca mostrar como uno de sus más grandes errores, convocar a las urnas y perder la posibilidad de refrendar los acuerdos, terminó por dividir al país, pero el impulso le valió para que el 26 de junio del 2017, la ONU certificara la entrega total del armamento y el fin de una guerrilla que fue actor claro de la guerra en el país.
Siguió por la línea y estableció las conversaciones con la guerrilla del Eln. Aunque hoy se pase por uno de los momentos más críticos en estas negociaciones, que se quedaron sin sede, logró el cese al fuego más largo, obtenido con esa organización y aún marchan las mesas en las que se espera que en algunos años, se firme la tan anhelada paz.
Santos, se instaló una meta en la cabeza: construir casas y de la mano de sus ministros de Vivienda consiguió entregar más de 1.500.000, más de la mitad de ellas con subsidio. Se propuso el ambicioso proyecto de trabajar en la entrega de 30 proyectos de vías 4G, en 18 de ellas se trabaja este 2018 y en la rendición de cuentas se espera que entregue los avances porcentuales de los proyectos ambiciosos.
Puso al país en el radar internacional y limpió la imagen de Colombia. Luego de la firma de los acuerdos de paz con las Farc y ganarse el premio Nobel de paz, una creciente en el turismo del país arrancó. las portadas sobre narcotráfico fueron un poco relegadas por las películas que se filman en el país, por el incremento en las exportaciones de productos no convencionales y en el establecimiento de las economías petroleras, como impulso para las regalías de las regiones.
Se propuso la meta de dejar las cifras de desempleo por debajo de los dos dígitos y así ha sido desde hace tres años, en donde se sostienen las cifras por el 8% y el 9%. Sin embargo, muchos aducen este triunfo a una creciente informalidad, incluida en las cifras oficiales.
“Hay una guerra menos en el mundo y es la de Colombia», Santos en la entrega del premio nobel.
- 1.5 millones de viviendas construyó Juan Manuel Santos en sus ocho años de Gobierno
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