A la tierna edad de 6 años fue abordado por primera vez, teniendo una dura vida desde ese minuto, en que su tío le quitó no solo la inocencia de la niñez, sino que también le truncó la posibilidad de tener una vida normal.
Esto quedó al descubierto luego que un joven, que actualmente tiene 16, diera conocer hace tres años atrás el historial de abuso, acoso y manipulaciones que sufrió por parte de su pariente, el cual logró mantener todo oculto al resto de su familia.
Según informa ABC, el adolescente arrastra «un cuadro de estrés prostraumático, depresiones e inestabilidad» producto de los infernales ocho años que vivió por culpa de su tío, que actualmente tiene 54 años. Primero fueron toqueteos indebidos, luego el hombre le practicó sexo oral, posteriormente pidió que el menor hiciera ese mismo acto e incluso lo obligó a practicar la felación mutuamente , dándole instrucciones para que lo hicieran al mismo tiempo.
Dentro de los 18 folios en donde figuran los atroces hechos que el sujeto obligó a su sobrino hacer, se encuentra que la noche de Navidad, el hombre se desnudó sobre el niño y le practicó sexo oral pese a que el propio hijo del abusador se encontraba allí y estaba observando toda la escena.
En los antecedentes se señala igual que una vez intentó concretar un acto de este tipo en las escaleras del edificio en donde vivía el tío, deteniéndose únicamente porque unos vecinos salieron de su departamento.
Pero a los 13 años el menor no aguantó más. Durante años se bloqueaba cuando el hombre lo acosaba para poder abusar de él. Vivía con el dolor de ser víctima de los ataques, sentía vergüenza de lo que pasaba y después empezó a sentir presión porque su primo, el hijo del abusador y el cual observó una de estas situaciones en la mencionada noche de Navidad, lo comenzó a amenazar con revelar toda la verdad a sus padres.
Todo esto hizo que el adolescente explotara y confesara todo. Ante la policía entregó solo algunos detalles, ya que no quería que sus padres supieran todo lo que debió enfrentar. Pero gracias a la ayuda de la orientadora de su colegio, de los sicólogos que lo han atendido y de los propios jueces que siguieron el caso, logró revelar todo el calvario que sufrió.
La madre en tanto indicó durante la investigación del caso que temió por la vida de su hijo y que intentó quitarse la vida lanzándose de las alturas producto de la vergüenza que sentía, hecho que también hizo que le costara en primera instancia hacer la denuncia correspondiente.
En ese sentido, afirmó que toda esta situación «generaba en él una reacción vivencial anormal consistente en ataques de rabia e impulsividad, con pesadillas recurrentes».
Ahora, tras dos años de testimonios e investigaciones, el abusador fue condenado a 12 años de prisión. Por su parte, el joven «presenta sentimientos de vergüenza y de sentirse sucio, y emociones de rabia y de asco», de acuerdo al informe de uno de los médicos que lo ha atendido.
En ese sentido, se señala además que cuenta con «síndromes psiquiátricos y trastornos neuróticos por estrés postraumático», agregándose que presenta también «sensación de inseguridad, falta de control y desconfianza en los demás».
Pero pese a todo esto, el hecho de poder revelar en tribunales todo lo que vivió, le dejó al adolescente un sentimiento de «liberación cuando rompió ese silencio», de acuerdo a los expertos. Por lo mismo, tras el juicio se determinó que continuara con atención sicológica especializada.
