El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, se desplazó al municipio de Tumaco (suroeste), en cuya zona rural ocurrió un confuso ataque en el que murieron al menos seis civiles que participaban en una protesta contra la erradicación de cultivos ilegales y que fue atribuido a disidentes de las FARC.
«Hemos regresado a Tumaco para proteger a las comunidades y dar certeza de que los heridos recibirán una buena atención y para garantizar que la Fiscalía establezca los hechos que produjeron seis muertos y 21 heridos», aseguró Naranjo, según un comunicado difundido por su despacho.
Naranjo, quien permanecerá en ese municipio durante los próximos ocho días, visitó en su primera jornada a los heridos que permanecen en el hospital San Andrés.
«El balance es que seis personas fallecieron en los hechos, permanecen cinco hospitalizados, diez fueron remitidos para tratamiento especial en (la ciudad de) Pasto y el resto de los heridos fue dado de alta durante el día», explicó el funcionario.