El día llegó: El último guerrillero le entregará su arma a la ONU para empezar su proceso de reintegración a la vida civil. Al soltar su armamento, su acompañante durante el conflicto, recibirá de vuelta un documento que lo certificará como reinsertado. Ya no será más un guerrillero.
No habrá un registro de este momento, será un acto íntimo entre los miembros de las Farc y los de la ONU, en el que dejaron sus armas para que muy pronto sean convertidas en tres monumentos, así como quedó pactado en el acuerdo de paz que durante cuatro años se discutió en La Habana, Cuba.
La última fase de dejación de las armas empezó el pasado 20 de junio y durante los días siguientes se repitió el proceso en cada zona veredal.
Este martes el presidente Juan Manuel Santos estará en la zona de Mariana Páez, en Mesetas, Meta, concluyendo esta etapa que, sin duda, marca un histórico momento en el país. ‘Timochenko’ y los demás líderes de las Farc estarán a su lado, así como el pasado 24 de noviembre lo hicieron en Bogotá para la firma definitiva del acuerdo.
“En Colombia –luego de haber firmado la paz con la guerrilla más antigua y más poderosa del continente, luego de haber puesto fin a un conflicto armado de más de medio siglo– nos enfrentamos a dos desafíos fundamentales: Primero, un desafío físico, que es el trabajo para implementar el acuerdo de paz en todas sus partes… Se trata de un trabajo monumental que ya hemos iniciado.
Hoy más de 7 mil hombres y mujeres de esta guerrilla están concentrados en 26 zonas a lo largo y ancho de nuestro territorio, hoy, entregando a las Naciones Unidas las armas que tenían consigo”, manifestó Santos desde la sede de la Unesco en Francia.
Y segundo, agregó, “un desafío al que podríamos llamar espiritual o cultural, que consiste, precisamente, en hacer aquello que la Unesco plantea: “construir la paz en la mente de los hombres y las mujeres”.
Esta fecha, que muchas veces fue aplazada por múltiples inconvenientes e incumplimientos de ambas partes, finalmente se culminará hoy, cuando sea anunciado que el 100% del armamento de las Farc fue puesto en los contenedores de la ONU, una tarea que no será nada fácil para los guerrilleros, pues representa dejar atrás décadas de lucha y revolución para, como ellos mismos afirman, “seguir la lucha desde la política”.
Precisamente esa fue la impresión que se llevó del proceso e l Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, cuando viajó al país para vivir de cerca esta última etapa.
“Me sentí profundamente impresionado durante este viaje, porque con todas las personas con las que conversé pude ver el compromiso decidido para enfrentar y superar los desafíos, y dar a los colombianos la sensación de seguridad y paz que justamente esperan y se merecen” dijo Feltman.
Compromisos
Ahora solo resta que el Gobierno y las Farc cumplan con otros compromisos, como entregar la ubicación de las caletas de la guerrilla, donde guardan más municiones, y cumplir con la implementación de lo pactado.
“Este es un proceso que ni el Gobierno, ni la ONU, ni la institucionalidad en su conjunto tiene toda la infraestructura para decir que en tal momento, a las cero horas, se hará la dejación de armas o se cumplirá con todo lo pactado. Ya se inició esa etapa, pero es que esa etapa va relacionada con otras actividades, como los guerrilleros que deben salir de las cárceles, que en total son más de 4000.
Entonces, esa dejación de armas ha estado también supeditada o relacionada con otras cosas, como los proyectos que hay que seguir presentando en el Congreso y uno de esos es la reglamentación de la Jurisdicción Especial para la Paz”, manifestó Victoria Sandino, comandante de las Farc y miembro del Mecanismo de Verificación.
Sandino agregó que todos los miembros de las Farc están “entregándole un voto de confianza al Gobierno, a la institucionalidad colombiana, como nunca se había hecho. Entonces, es fundamental que nos acompañe la sociedad y la comunidad internacional”.
Y reiteró que, el mayor temor de entregar las armas es que no se cumpla y que ellos, como guerrilla, tengan que volver a luchar.
“Nosotros podemos entregar las armas, pero si esto no se cumple con el acuerdo, la guerra no va a parar. Y no porque nosotros retornemos a la guerra, no porque nosotros volvamos a empuñar las armas, sino porque si no se mejoran las condiciones de vida de la sociedad colombiana, la gente tendrá que luchar por sus derechos”.
El martes 27 de junio se hará la entrega final de las armas de las Farc a la ONU y se hará en la zona veredal ubicada en Mesetas, Meta, a donde llegará el presidente Juan Manuel Santos con una comitiva de la Presidencia y los altos mandos que lo acompañaron en este proceso, como el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.
También estarán presentes el jefe máximo de las Farc, ‘Timochenko’ y otros miembros del secretariado, quienes quieren presenciar el histórico evento.
Se espera que, una vez pongan las armas en los contenedores, cada guerrillero pasará a firmar un acta en la que se acredita que la persona ya entregó el armamento que por años cargó.