El Gobierno se declaró hoy preocupado por las que consideró «injustas e inexactas» declaraciones del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, sobre supuestos efectos negativos de la paz con las FARC en la seguridad de su país.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores recibe con sorpresa y preocupación, por injustas e inexactas, las declaraciones del presidente de Panamá, quien indicó que el proceso de paz colombiano está impactando negativamente a su país», dijo ese despacho en un comunicado.
Varela manifestó ayer que la paz en Colombia producirá un aumento de la violencia y el narcotráfico en los países vecinos, y que en Panamá ya se están empezando a notar sus primeros efectos.
«Es la primera vez que veo se da de baja a cuatro colombianos en suelo panameño, producto de querer traer droga a nuestro país», indicó Varela en referencia a un enfrentamiento que tuvo lugar la semana pasada entre autoridades panameñas y supuestos narcotraficantes colombianos en la selva del Darién, frontera natural entre ambos países.
En respuesta, la Cancillería colombiana indicó este jueves que «el problema de las drogas es mundial y por eso la guerra contra este delito requiere de respuestas globales».
A juicio del Gobierno colombiano, «es claro que incidentes como el ocurrido en el área de la frontera común responden a una dinámica criminal transfronteriza que afecta a todos los países de la región y no tiene relación directa con el proceso de paz».
El Ministerio recordó que a lo largo de los años Colombia ha cooperado con los países vecinos en la lucha contra las drogas, entre ellos con Panamá, para mejorar la seguridad, el diálogo y el trabajo bilateral.
«Nuestros vecinos siempre mostraron preocupación por los efectos negativos que sobre su seguridad podía tener nuestro conflicto armado con las FARC. Lo menos que podemos esperar, ahora que ha terminado, es su apoyo entusiasta», puntualizó la Cancillería.
El pasado 8 de abril el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró que el país completó 142 días sin combates entre la fuerza pública y las FARC, guerrilla con la que firmó en noviembre pasado un acuerdo de paz.
Según el último reporte del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), hasta esa fecha iban «1.497 días sin tomas de poblaciones, 692 días sin hostigamientos, 674 días sin emboscadas y 628 días sin ataques a la infraestructura petrolera ni explosiones intencionales».
