En el mes de mayo de 2016 Sarita habría ingresado a urgencias por una supuesta picadura de avispa, pero luego de unos exámenes se pudo constatar que la menor estaba sufriendo por maltrato en su casa. Entre uno de los diagnósticos de los médicos, se constató que la menor estaba perdiendo la nariz a causa de la leishmaniasis.
Además de que la menor «ya no tenía nariz», estaba sufriendo de anemia y había tenido un infarto cardíaco. Tras los exámenes hechos a la menor, se estableció que la menor era víctima de maltrato y violencia, los médicos dejaron el reporte a la trabajadora social que reportó al Instituto del Bienestar Familiar y aún no se sabe qué pasó con las denuncias hechas por la salud de la menor.
La pequeña fue dada por su madre a sus padrinos porque confiaba en ellos y ella no tenia para la manutención de la pequeña Sara de tres años.