Ley 62 de 1887, que impide la importación de ciudadanos chinos a Colombia para cualquier trabajo en el territorio nacional sin perjuicio de lo que se haya sido estipulado con determinadas compañías u empresas antes de la expedición de la presente ley. ¿Entonces no pueden trabajar ciudadanos chinos en Colombia?
Esta es una de las primeras leyes, que hoy, siguen vigentes en nuestro país, pese a su poco uso, practicidad o cumplimiento. Un estudio de la Universidad de la Sabana advirtió que 30% de las leyes del Congreso son completamente inútiles para el país.
Entre el rango de las leyes más inútiles, que hoy expide el Congreso, se encuentran las de los «honores», legislación que trata sobre reconocimiento a diferentes personajes, como Carlos Vives, a las reinas, como Paulina Vega, o a abogados y periodistas. Cerca de 100 honores fueron aprobadas en el Congreso desde 2010 hasta el 2016, y es que estas son las que más le cuestan al país, pues obligan a realizar publicaciones, cuadros o monumentos que le cuestan miles de millones de pesos al erario público.
Entre las leyes que están vigentes, que son recientes pero que no tienen ninguna efectividad práctica, como la Ley 1335 de 2009, que prohíbe la venta de cigarrillos al menudeo, cuando es evidente que en cada esquina se siguen comercializando, desde 1918, por medio de un decreto, fue prohibida la mendicidad en Bogotá. Hoy en día hay más de 10,000personas que viven en las calles de la ciudad y viven en esta condición. Entonces ¿Son ilegales y las autoridades tendrían que apresarlas?
El estudio resalta, también, «Código de Régimen Político y Municipal de 1914, el cual sostiene que los decretos o actos que expida el Alcalde de turno deberán ser comunicados a bando, es decir, a través de un trompetero y un timbalero. Nada más arcaico y ridículo pero que aún está vigente y obvio no se cumple».
El Código Civil de 1887, en su artículo 696, que señala lo siguiente: “Las abejas que huyen de la colmena y posan en árbol que no sea del dueño de ésta, vuelven a su libertad natural y cualquiera puede apoderarse de ellas y de los panales fabricados por ellas”.
Ley 11 de 1920, que prohíbe la venta de jeringas y agujas sin formula médica. Actualmente y especialmente en los barrios de estrato medio o bajos, se consigue en droguerías este tipo de materiales sin ninguna prescripción médica. Al día, una farmacia, vende entre 50 y 100 jeringas sin formula, y muchas más.