Joaquín «El Chapo» Guzmán compareció ayer ante un tribunal federal del distrito de Brooklyn, en Nueva York, donde sus abogados protestaron por las condiciones «extremadamente restrictivas» de encarcelamiento que sufre el narcotraficante mexicano, que volverá a la corte el 5 de mayo.
Guzmán, de 59 años y quien se ha declarado inocente de los 17 cargos en su contra, entró a la sala del juez Brian Cogan con el uniforme azul de la prisión y bajo estrictas medidas de seguridad, tanto dentro de la corte como fuera, donde había oficiales armados y un helicóptero sobrevolando la zona.
Su traslado al juzgado, en una comitiva de 12 vehículos, paralizó durante 15 minutos el centenario puente de Brooklyn, que une este condado con Manhattan, donde «El Chapo» está internado en una cárcel desde que llegó a Nueva York.
El mexicano, considerado el mayor narcotraficante del mundo y cuya popularidad ha cruzado fronteras, tuvo hoy su segundo día en la corte desde que fue extraditado el pasado 19 de enero.
Guzmán está acusado de enviar y distribuir toneladas de cocaína y otras drogas a EE.UU., una actividad que le produjo más de 14.000 millones de dólares, que la fiscalía federal ha pedido que devuelva como parte de este caso.
Hoy, el capo contó con la presencia en la corte de su esposa, Emma Coronel, a la que sonrió y a la que no le permiten visitarlo en prisión.
Coronel, que estuvo acompañada por Silvia Delgado, la abogada en México de Guzmán, trató de evadir a la numerosa prensa que acudió a la audiencia y a su salida de la corte se limitó a unas breves palabras.
«Ustedes vieron lo que yo vi, escucharon lo que yo escuché y no hay nada mas que comentar», dijo mientras trataba de abrirse paso entre la prensa.
Los abogados asignados a Guzmán por la corte federal, Michelle Gelernt y Michael Schneider, argumentaron ante el juez Cogan que las restricciones en la prisión les crean problemas a la hora de trabajar en la defensa de su cliente, a quien las autoridades señalan como el líder del peligroso cartel de Sinaloa.
Guzmán, que se había quejado de las condiciones de su encarcelamiento en México, está en una celda 23 horas al día, no se le permiten visitas más allá de las reuniones con sus abogados, ni llamadas telefónicas y solo tiene una hora de ejercicio en solitario cada jornada.
«Cuando vamos a visitarlo no nos permiten ni siquiera darle un vaso de agua», argumentó Gelernt, quien detalló que solo cinco miembros de su equipo de trabajo tienen acceso al mexicano.
La letrada dijo al juez que entienden la necesidad de la seguridad, pero creen que se ha ido demasiado lejos, y pidió que se permita aumentar el número de personas de su equipo que puedan ver a su cliente.
El juez respondió que «tiene sentido» limitar el número de personas con acceso y dejó en manos del Departamento federal de Prisiones determinar las condiciones de su encarcelamiento, recordando que «la historia del acusado es un tanto inusual».
Guzmán ha protagonizado dos huidas de cárceles en México propias de una película de Hollywood, en particular la última, que hizo a través de un túnel desde su celda en una cárcel de máxima seguridad, tras la cual fue recapturado y extraditado.
El juez fijó una nueva audiencia para el próximo 5 de mayo, mientras se espera fecha para el comienzo del juicio, que se prolongará por varios meses. EFE