En un comunicado, la ONG, que hace un recuento diario de la víctimas, aseguró que, tras los civiles, el mayor número de víctimas de la guerra en Siria se produjo en las filas yihadistas, con la muerte de 13.297 extremistas armados.
Asimismo, en el quinto año de guerra han muerto 8.130 combatientes de la oposición armada, 6.685 soldados del Ejército y 6.201 combatientes de grupos paramilitares progubernamentales.
En los combates han perecido también 189 combatientes del grupo libanés chií Hizbulá y otros 1.117 combatientes chiíes de otras nacionalidades, según la ONG.
El Observatorio también registró las muertes de otras 466 personas en la guerra en Siria, cuya identidad asegura desconocer.
La ONG advierte de que no ha incluido a las decenas de miles de personas desaparecidas en los centros de detención del régimen sirio o durante la irrupción de las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad en zonas controladas por los rebeldes.
Tampoco ha registrado los cientos de prisioneros en manos tanto de las fuerzas regulares como de las facciones rebeldes y el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En el comunicado, el Observatorio condena «el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados durante la guerra en Siria».
Asimismo subraya que, «a pesar de haber pedido la esperanza, renueva sus peticiones a las grandes potencias para que actúen de manera más seria y más humanitaria para lograr el fin del derramamiento de sangre y presentar los casos de crímenes de guerra y contra la humanidad a los tribunales internacionales».