LaMia, la aerolínea en la que viajaba hacia Medellín el plantel de Chapecoense para la final de la Copa Sudamericana ante el Club Atlético Nacional, tiene un oscuro pasado encabezado por su dueño, Ricardo Alberto Albacete Vidal, quien es señalado de ser el presunto testaferro de un multimillonario chino que está preso por corrupción.
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La Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (LaMia), nació en 2009 en Mérida con el fin de «ayudar al desarrollo turístico regional» de este estado venezolano, y la prestación del servicio de pasajeros, carga y correo. Sin embargo, en el año 2014 solicitó licencia para operar en Bolivia como «pequeño operador», según consta en el Certificado de Operación Aérea de ese país
«Lamia Corporation tiene como actividades principales prestar servicios aéreos comerciales, transportes aéreos no regulares de pasajeros, correspondencia y carga tanto nacional como internacional a entidades corporativas, privadas, gubernamentales y aeronáuticas, mediante la utilización de aviones y helicópteros y configuraciones aprobadas por la autoridad aeronáutica de Bolivia», cita su página web.
De acuerdo con el portal argentino Infobae, “en medio de la aguda crisis venezolana, que también sacudió al turismo y el mercado aerocomercial, tampoco allí LAMIA pudo cumplir con sus promesas”, haciendo referencia a Isla Margarita, pues la empresa no pudo operar en el territorio continental venezolano por lo que Albacete Vidal decidió ofrecerle los servicios a Carlos Mata Figueroa, gobernador en 2013 de Nueva Esparta, estado insular al cual pertenece la Perla del Caribe.
Albacete Vidal, mientras intentaba surgir en la aviación con LaMia, fue señalado de ser uno de los testaferros del enigmático empresario chino Sam Pa, quien fue detenido en octubre de 2015 por las autoridades de Beijing por delitos monetarios y traición al Partido Comunista Chino.
Sin lograr despegar en Venezuela, Albacete Vidal decidió irse a Bolivia con los tres aviones que había adquirido. En noviembre de 2015, la empresa logró recibir autorización para volar. Los dueños de la nueva compañía eran Marco Antonio Rocha y el piloto Miguel Quiroga, este último el capitán del vuelo siniestrado quien falleció en el lugar de los hechos.
La aerolínea transportó a varios equipos de fútbol latinoamericanos por su bajo costo y la flexibilidad en vuelos charters. El club Atlético Nacional (Colombia), la selección Venezolana de Fútbol (Venezuela), el club The Strongest (Bolivia), club Blooming (Bolivia), club Oriente Petrolero (Bolivia), club Real Potosí (Bolivia), club Olimpia (Paraguay), EcoJet (Bolivia), Ministerio de Minería (Bolivia) y Fénix Entertainment Group (Argentina), fueron algunos de los clientes principales de LaMia.