Un descubrimiento preocupante se encontró en el caso de la familia Manrique Lutz, que apareció muerta el pasado lunes en un sector residencial de Sidney (Australia). Aparentemente, el padre habría planeado el macabro caso para asesinar a sus hijos, su esposa y finalmente suicidarse.
Según la Policía de Sidney, la causa de la muerte de Fernando Manrique, María Claudia Lutz y sus hijos Elisa y Martín fue la intoxicación por gas. Pero aunque se creyó en un principio que este caso se había debido a una fuga, nueva evidencia apunta a que fue un caso premeditado.
Vecinos relataron a los investigadores que Fernando Manrique había realizado en los días anteriores arreglos a las tuberías en el techo de su hogar, por lo que se analiza si estos arreglos habrían agravado la situación y creado, en palabras de los oficiales, «una especie de cámara de gas» en su hogar.
Según medios locales, la instalación de este sistema de gas habría hecho que la familia se intoxicara. El lunes fueron encontrados los cuerpos de los padres y los dos niños en distintas habitaciones de su hogar.
Incluso, según el Daily Telegraph local, la muerte de la familia sería un intento de Manrique de realizar un suicidio asistido para sus hijos, quienes sufrían de autismo y no desarrollaron la capacidad del habla.
Mientras tanto, la comunidad del suburbio de Davison y los estudiantes del colegio Saint Lucy, donde Martín y Elisa estudiaban, lamentan el fallecimiento de la familia.
Los padres de familia y docentes del colegio católico lamentaron la muerte de María Claudia Lutz, una mujer que según el Sydney Morning Herald se dedicaba a sus hijos y brindaba apoyo a sus compañeros de estudio.