La posibilidad del juicio político ocurre cuando la opinión pública está indignada en medio de la recesión económica más profunda de las últimas décadas y un escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras. Además Rousseff está acusada de violar las leyes fiscales al trasladar fondos oficiales a fines distintos de los asignados antes de su campaña de reelección de 2014.