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¿Por qué a los bogotanos les debe importar el cambio climático?

En Bogotá ya hay islas de calor, que son lugares donde la temperatura es superior a la del resto de la ciudad, tradicionalmente “fría”. No pasa siempre, no pasa en todo lado, pero pasa. Ese es uno de los efectos del cambio climático y del aumento de la temperatura en Bogotá. Algunos científicos creen que la temperatura promedio del planeta no debería subir más de 1,5 grados. Pero los negociadores reunidos en Bonn podrían dejar el límite un grado más arriba que eso. Por eso decidimos preguntar a un experto qué pasaría en Bogotá si en efecto la temperatura promedio sube dos grados más.

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Lo primero que usted debe tener en cuenta es que todos tenemos la culpa. El 97% de los científicos expertos en el tema cree que el cambio climático tiene origen en actuaciones del hombre: porque genera muchos gases de efecto invernadero, porque no es responsable con el uso de la energía, porque no es consiente de que lo que hace lo hace mal (en una nota del futuro le vamos a enseñar qué puede hacer para remediarlo). Así que la primera razón por la que a usted debe importarle el cambio climático es porque de alguna forma usted también está haciendo parte del problema.

Aquí le damos más razones para que le ponga cuidado al tema:

Bichos raros más cómodos
El frío de Bogotá es una barrera natural que evita que lleguen algunos ‘bichos’ que azotan a otras regiones del país. Ahora mismo están de moda el chicunguña, el paludismo, el zika, la malaria y son enfermedades que no llegan como plagas a Bogotá precisamente por el clima (prefieren el calor). Un aumento en la temperatura podría traerlos aquí y en riesgo en contra de su vida ya no estaría solo cuando se va de paseo a Melgar.

Tierra caliente
El otro efecto, aunque suene obvio, podría ser el aumento de la temperatura. Según Juan Camilo Mira, profesional de la dirección de Planeación de la Secretaría de Ambiente de Bogotá, un escenario posible ante un aumento de temperatura es que los ciudadanos vivan días extremos de 25, 28 y hasta 30 grados de temperatura en la ciudad. Mejor dicho, días para olvidar la chaqueta y animarse al pantalón corto y la sandalia. Piense, por ejemplo, que las construcciones bogotanas no están pensadas para ese clima.

Enfermedades
Mira no entiende cómo la gente no anda toda bañada en bloqueador y con sombrero, como en la vieja Bogotá. El aumento de la temperatura también trae un aumento en las radiaciones, lo que directamente puede traducirse en más casos de cáncer de piel, por días demasiado soleados.

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Climas extremos
¿Recuerda la granizada de marzo de este año? ¿y el invierno del año pasado?
Bueno, días como esos, en los que suceden eventos ‘locos’, esporádicos, que son noticia, podrían empezar a ocurrir con mayor frecuencia. ¿Usted está preparado para que su casa se inunde, por ejemplo? Bueno, gran parte de la ciudad no lo está y ve un evento de este tipo como algo improbable y que le ocurre a otros. Pero el calentamiento global podría acercarnos esa realidad mucho más que ahora.

La fauna y flora sabanera
En los páramos ya empieza a sentirse el efecto de climas más cálidos, con la llegada de una especie de cucarrón que podría causar una mortandad de frailejones. Los frailejones son árboles de páramo que se demoran años en ganar apenas centímetros de estatura. Con la muerte de estas especies se puede descompensar todo el ecosistema y con eso afectarse, por ejemplo –y suena exagerado–, el suministro de agua en Bogotá. Según el experto de Ambiente, no se sabe todavía si otras especies nativas de la Sabana puedan verse afectadas por un aumento de la temperatura. Es algo difícil de medir, pero los peores pronósticos son catastróficos.

Esta historia podría sonarle catastrófica y dramática. Usted podría pensar que un poquito de calor no le hace daño a nadie, pero no. El calentamiento descontrolado del planeta podría afectar la vida de aquí a 40 o 50 años, y el planeta como lo conocemos hoy podría cambiar drásticamente –y con ese cambio, también se incluye a Bogotá–. Tal vez usted no esté vivo, pero sus hijos, sobrinos o nietos sí. Si no lo hace por usted, hágalo por ellos.

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