Eileen Macken tenía apenas dos años cuando fue dejada en un orfanato en Dublín, Irlanda. La mujer creció en el lugar y a los 19 años comenzó una cruzada que le llevaría casi toda su vida.
En ese momento se decidió a encontrar a su madre biológica, pero nunca imaginó que se iba a demorar más de 60 años en recorrer ese camino.
Macken se casó con Ronald y tuvo dos hijas, sin embargo quería tener “un pariente propio”. Además señalaba que quería conocer los antecedentes médicos de su familia por el bien de sus hijas, indica Mirror.
A sus 81 años afirmaba que estaba molesta porque “seguía en este planeta” sin conocer a un solo familiar. Por esa razón el año pasado terminó llamando a un programa de radio para que la ayudaran.
La mujer terminó contactándose con un genealogista para que tratara de dar con sus parientes. Cuando ya casi había perdido la esperanza, el especialista logró lo impensado y dio con la madre de Macken. Como si fuera poco, estaba viva y tenía 103 años.
“Soy la persona viva más feliz del mundo”, dijo la mujer al llamar nuevamente a la radio en la que había contado su historia hace unos meses.
Macken dijo que no podía creerlo cuando le dieron la noticia; y que ahora lo único que quiere hacer es viajar a Reino Unido para conocerla.
La mujer de 81 años logró “hablar” con su madre y escuchar su voz por primera vez. “fue fabuloso”, apuntó, pero fue muy poco lo que pudieron comunicarse, ya que su madre tiene serios problemas de audición.
Asegura que quiere gritar en lo alto de una montaña que “ya no es huérfana”. Asimismo que luego de que se recupere de una operación en uno de los ojos emprenderá rumbo hacia Inglaterra.
Dijo que dos “nuevos primos” le dijeron que la ayudarían a llegar hasta donde su madre. Y que ya se enteró de que tiene dos nuevos “medio hermanos” de más de 70 años y que ambos también están vivos.