Hace casi 4 años, Owen Williams y su esposa Caroline se mudaron a una nueva casa en Gales. Ese día, por primera vez, vieron a su vecino, un hombre de 83 años que estaba trabajando en su vivienda trasladando una escalera de 6 metros. Anciano le dejó a su pequeña vecina regalos de navidad para los próximos 14 años
La pareja se hizo amiga de Ken Watson y el anciano se convirtió casi en un abuelo para Cadi, una pequeña que vino a alegrar la vida de todos un par de años después.
Lamentablemente Ken murió en octubre pasado causando una gran pena en la familia, sin embargo antes de partir no se olvidó de su querida “nieta”.
Hace unos días, la hija del hombre apareció en la puerta de los Williams con una bolsa de plástico grande. “Pensé que era basura que me iba a pedir que tirara”, dijo Owen a Mirror.
Pero lo que tenía en su interior los dejó helados. En la bolsa había 14 regalos de navidad para la pequeña Cadi, que ya tiene 2 años, para que fueran entregados uno a uno hasta que tuviera 16.
Anciano le dejó a su pequeña vecina regalos de navidad para los próximos 14 años
Our elderly neighbour passed away recently. His daughter popped round a few moments ago clutching a large plastic sack. In the sack were all the Christmas presents he’d bought for *our* daughter for the next thirteen years. 😢 pic.twitter.com/6CjiZ99Cor
— Owen Williams 🏴 (@OwsWills) December 17, 2018
El primer regalo que le había dado Ken a la niña fue un “adorable peluche” en su primera navidad «juntos». Owen cree que dejó 14 presentes porque el anciano siempre decía que iba a vivir hasta los 100 años.
“Sólo puedo asumir que estaba viendo hacia adelante o simplemente compró cosas que creía que a Cadi le gustarían. Era un hombre encantador”, apuntó.
Owen publicó la historia en su cuenta de Twitter y esta se llenó de retuits, me gusta y comentarios, y realizó una encuesta para ver si habría todos los regalos ahora o se los entregaba a Cadi durante los siguientes 14 años.
Al final decidieron entregárselos de a uno, pero no se aguantaron y ya abrieron el primero.
“Creo que vamos a convertirlo en una historia de Navidad para nuestra hija. Sentimos que es lo correcto y si ella abre un lego cuando tenga 16, que así sea”, finalizó.
Our dog loved him. I mean, genuine visceral love. It was mainly due to the chocolate digestive biscuits he gave her on first meeting. She’d scream whenever she saw him. Really scream. Like a banshee. He’d call her “my darling” and “sweetheart”.
This is her first meeting. pic.twitter.com/DoG1F8mprO
— Owen Williams 🏴 (@OwsWills) December 17, 2018