Este viernes, Brasil dio inicio a lo que serán cinco días de fiesta y diversión.
A pesar de las alertas que emitió el gobierno brasileño sobre el virus Zika, la población no hizo a un lado la idea de disfrutar al ritmo de la samba y los desfiles durante el Carnaval anual.
Como es tradición, esta fiesta inicia cuarenta días antes de la Semana Santa y las personas lo disfrutan a lo largo y ancho del país. Sin embargo, en varias ciudades de los estados de Sao Paulo, Paraíba y João, se cancelaron las celebraciones.
Entre las advertencias hechas por las autoridades sanitarias, se sugirió que las embarazadas -el grupo más vulnerable del virus- evitaran las celebraciones. En cuanto a los demás asistentes, se sugirió tanto a locales como turistas previnieran las picaduras del mosquito.
Desde el lunes 1 de febrero, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia sanitaria mundial por el virus Zika y sus posibles consecuencias. El país sudamericano ya las vive en carne propia.
Desde octubre de año pasado se reportaron 404 casos de microcefalia y hay al menos 1.5 millones de personas infectadas.