Andrés Felipe Zapata Gaviria, nació en la capital antioqueña en 1978, es el mayor de tres hermanos, su nombre artístico es Wolfine y es uno de los artistas urbanos de Medellín que ha logrado mayor reconocimiento en los últimos meses luego de 18 años de carrera artística. Recientemente recibió doble disco de oro por las millones de ventas digitales de su más reciente éxito ‘Bella’.
¿Quién es Wolfine?
Es una persona normal, un ser humano común y corriente, que le gusta mucho estar con su familia, compartir con ellos; que le encanta la música para expresarse y que es un apasionado por el fútbol. En pocas palabras soy una persona súper sencilla.
¿Cuál es ese primer recuerdo de su infancia?
¡Ay! Cuando jugaba con mis amigos en la calle, cuando no existían los celulares. Hacíamos travesuras, íbamos a tocar los timbres de las casas y salíamos corriendo. Era muy lindo antes porque salíamos a jugar golosa, fútbol, ‘chucha escondidijo’ y son cosas que se han perdido. Extraño mucho esa unión con los amigos.
¿Cómo estaba conformada su familia en esa época?
Éramos muy, muy, muy unidos. Comíamos juntos y siempre teníamos tiempo para hablar. Compartíamos mucho, jugamos cartas, en el patio de la casa con mi papá y mis hermanos jugábamos fútbol. Salíamos a caminar, visitábamos el parque Norte, comíamos paleta. Era muy bonito… extraño mucho eso… Mi mamá era una mujer muy trabajadora y siempre trataba de darnos gusto en la medida de sus posibilidades.
¿Cuál es el consejo que le dio alguno de sus padres y que marcó su vida?
El consejo más grande de mi vida lo recibí el día que a uno de mis amigos lo mataron. Él tenía 15 años y lo mataron en el barrio (Manrique). Mi papá me llevó a verlo. En ese entonces las velaciones se hacían en las casas. A mi amiguito lo habían torturado y mi papá abrió el ataúd y me dijo: vea, usted quiere terminar así ¿o qué? Me acuerdo mucho de esas palabras y de ese momento. De ahí en adelante me dieron vía libre para hacer lo que yo pensaba que estaba bien. Fue una enseñanza muy cruda, muy dura, pero muy real.
Usted vivió en una época muy dura de Medellín en donde perdió a varios de sus amigos, ¿se arrepiente de algo de lo que hizo?
Yo estuve en las drogas y de niño las vendí para conseguir dinero. Creo que si pudiera devolver el tiempo lo borraría de mi vida. Pero también son cosas que me enseñaron muchísimo. Hoy en día no consumo nada de eso y no me gusta la violencia.
Sabemos que su mamá tuvo un puesto muy famoso de perros calientes en Manrique y que usted al final se quedó con el negocio, ¿cómo fue eso?
Podría decir que mi mamá fue la primera en tener un carrito de perros en el barrio. Siempre estaba lleno, era una gran novedad en esa época. Todo fue por un amigo que vino de Estados Unidos y trajo la idea. Con ese carrito ella nos enseñó que había que luchar por lo que uno quería. Ella se levantaba muy temprano y se acostaba muy tarde, también trabajaba vendiendo productos por catálogo. Fue un gran ejemplo de mujer.
El carrito se había quedado en el patio de la casa, porque ella se había dedicado más a trabajar con los productos por catálogo. Entonces, un día me dijo que como yo no estaba haciendo nada pues que lo sacara para que empezara a vender y a producir platica. Lo organicé y me empezó a ir muy bien. Trabajaba con mis hermanos los fines de semana.
¿Cómo inició su relación con la música y quiénes fueron sus principales influencias musicales?
Empecé escuchando salsa vieja de Héctor Lavoe, Ángel Canales e Ismael Rivera, antes de la llegada del rap a la ciudad. Eran artistas que admiraba mucho por su forma de cantar y por las letras, porque escribían lo que vivían, eran historias de barrio. Cuando llegó el rap, yo no entendía nada y me dejaba llevar solo por el ritmo y el sonido.
Y de todos los artistas de rap que logró conocer, ¿con cuál fue con el que se identificó?
Eminem, cuando investigué sus letras encontré que hablaba de historias muy crudas, eran vivencias con su papá, con su mamá, con su entorno. Él no tenía pelos en la lengua para escribirlas tal y como las vivía. Ese estilo me impactó, además de ser un hombre blanco dentro de un género de afroamericanos y que logró tanto éxito. Ahí me di cuenta que la música que yo hacía se parecía a la de él.
En la actualidad su canción ha logrado más de 100 millones de reproducciones, ¿Cómo está viviendo el éxito de su canción ‘Bella’?
Estoy súper contento con todo lo que está pasando. Cualquier artista sueña con que esto le pase en cualquier momento de su vida, con que sus canciones lleguen a otras partes del mundo. Con ‘Bella’ he conocido nuevos países y la música nos muestra que no existen barreras para ella. Siempre he hecho música con el corazón, amo hacer música, me divierto haciendo música y nunca estoy pensando en un éxito. Por la buena energía que uno le pone a las cosas y si uno disfruta lo que hace, todo fluye.
¿Cuál es el mensaje para todos aquellos jóvenes que sueñan con la música?
Hay que luchar y que más que la capacidad económica es más importante el apoyo moral. Que si tienen un sueño, luchen por él. En la vida nada es imposible, los incapaces somos nosotros mismos y eso está en la mente.