Había trabajado durante todo el día y en su cabeza estaba una sola cosa, llegar a su casa a buscar el “Gansito” -un popular pastel bañado- que la esperaba casi congelado en el refrigerador y comerlo mientras veía su novela favorita.
Pero Edna S, llegó a su vivienda en la Ciudad de Obregón, en el estado de Sonora en México y encontró que el dulce no estaba y que una de sus hermanas lo estaba comiendo.
Sólo eso bastó para que -según reproduce el diario 24 Horas de México– la joven se enfureciera e iniciara una batalla campal en su casa.
La madre de la joven intentó detener a su hija que daba golpes de pies y puño a sus hermanas, pero también fue atacada.
La pelea fue escalando y alertó a los vecinos que se comunicaron con los números de emergencia para denunciar la situación.
Cuando elementos de la policía municipal llegaron, encontraron a la joven dueña del “Gansito” con un cuchillo en la mano, en la puerta de entrada de su casa, amenazando a sus familiares.
Luego de tratar de conversar con la enojada mujer, y forcejear con ella, le quitaron el arma y la detuvieron. en ese minuto confirmaron que las otras mujeres habían resultado lesionadas, todo por el antojo de disfrutar de un dulce.