Para empezar: Sashimi de Salmón, Sopa de Wontón, Chawanmushi y Ensalada de Brotes de Bambú.
Para continuar: Langostinos a la Pim ienta Negra Estilo Singapur, Costillas de Cordero Agridulces y el Pescado Blanco al Vapor.
Para acompañar: Habichuelines con Tofu y salsa de Miso y Chile, Brócoli con salsa Hoisin, Arroz frito con camarones y cerdo y Edamame picante.
Para terminar: postres como la Tostada Francesa al Estilo Hong Kong, Puddin de Tapioca, Mango, Coco y Lychee y la Granita de Sandía.
Mao Zedong, Siddhartha, Tuk Tuk, Ngiam Tong Boon y Fudo Kakigori, son algunos de los cocteles con y sin alcohol que ofrece su barra. Tiene todos los sakes que están disponibles en Bogotá, incluyendo Soju –aguardiente típico de Japón-. Fudō es el único lugar en Bogotá en donde se puede disfrutar del sakebomb –no se trata de un trago, se trata de un plan para compartir con amigos-.
Con un estilo de bodega moderna y ubicado en Chapinero Alto, Fudō un restaurante de comida asiática busca romper los esquemas de este tipo de cocina en Bogotá.
Su decoración es auténtica y aunque conserva un poco el aire al taller mecánico que antes quedaba ubicado allí, usted se puede deleitar desde su ingreso con detalles de historia y geografía asiática, además su carta llena de platos novedosos y su coctelería de autor hacen de este lugar una experiencia gastronómica única.
En Fudō hay fascinación por la cultura asiática y por muchas de sus tradiciones más distintivas como comer con las manos, servir en un plato al centro de la mesa para que todos compartan y se estrechen lazos en torno a la mesa.
Además su concepto gastronómico se resume en ofrecer platos de la auténtica gastronomía de calle de países como Corea o Japón pero con técnicas y procesos de alta cocina. La carta está compuesta por 32 preparaciones en la que se incluye el dim sum un tipo de comida cantonesa que se sirve con té, entradas, platos fuertes y postres.
Utiliza n ingredientes simples, frescos y de buena calidad, la carta está diseñad a de un modo innovador, no está estructurada de modo tradicional sino que clasifica los platos de acuerdo con su tamaño, lo cual resulta ideal a la hora de querer compartir.
Según el chef Andrew Clarkson, “Aquí todo se logra con la explosión de sabores. No me gusta marinar mucho la comida sino respetar y destacar los ingredientes. La carta que creé es balanceada, fresca y con muchos sabores y texturas nuevas. Es una carta que explora profundamente mucho más la gastronomía panasiática”.
Para los socios , Nicolá s Quijano y el chef Andrew Clarkson este lugar es algo auténtico y cabe resaltar que siempre tuvieron clara la idea de que quería n algo único que de jara de lado lo pretencioso .
Con una vibra moderna y urbana con esencia asiática, usted almorzar y si lo prefiere cenar con toques de rumba en las horas de la noche los viernes y sá bados cuando un Dj se encarga del ambiente.
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