El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más peligrosas y una de las mayores causas de mortalidad de los últimos años. La prevalencia del tabaquismo en poblaciones de avanzada edad ha hecho que el 20% de las muertes por cáncer en todo el mundo sean generadas por lesiones de pulmón.
Se estima que en Colombia unas 5500 personas son detectadas anualmente con cáncer de pulmón, aunque debido al subregistro de esta enfermedad los casos totales podrían ser unos 7000. Con 5015 casos de muertes en 2015, la enfermedad es una de las más letales en el país.
La gran mayoría de los casos se presenta por tabaquismo, aunque hay otros elementos ambientales que no la causan. Productos como el radón, la polución ambiental, la herencia y la presencia de radioactividad en el medio ambiente también han demostrado causar lesiones cancerosas.
El 85% de los cánceres de pulmón son de células no pequeñas (CPCNP). De estos, el 62% corresponden a lesiones de tipo adenocarcinoma, los cuales son producidos por lesiones hormonales, y la gran mayoría de estos se producen por mutaciones en las células pulmonares, que se multiplican sin control.
Además, causa preocupación el incremento de mutaciones en jóvenes sin historia previa de tabaquismo, los cuales han provocado un importante deterioro de la calidad de vida de sus pacientes”.
Tratamientos tradicionales
Un cáncer al ser detectado debe ser tratado para evitar que la mutación de las células en el tumor se extienda a otras partes y otros sistemas del cuerpo. Los mecanismos dependen del estadio de la lesión.
En los casos comunes de cánceres de mama, próstata o cuello uterino detectados tempranamente, estas lesiones pueden tratarse con radioterapia dirigida o biopsias. Debido al estado avanzado en el que suelen ser detectados los tumores en el pulmón, las lesiones deben ser tratadas mediante una combinación de quimioterapia y radioterapia.
“Esta es una dificultad mayor debido a las dificultades que implica una quimioterapia”, explica el médico oncólogo Javier de Castro de la Universidad Autónoma de Madrid. Los efectos secundarios son altamente peligrosos con problemas como caída de las defensas, del pelo, náuseas y vómito.
La alternativa de la terapia dirigida
Distintos laboratorios farmacéuticos a nivel mundial ensayan mecanismos que buscan reducir la toxicidad y los efectos secundarios de las terapias tradicionales, y mejorar la calidad de vida. Uno de estos tratamientos busca bloquear los marcadores genéticos más comunes que generan las mutaciones que producen el cáncer.
La efectividad de estas terapias, conocidas como “dirigidas”, ha sido considerada por el doctor Mauricio Lema, director médico de la Clínica de Oncología Astorga de Medellín, como un avance dramático.
“Para la mayoría de pacientes con una quimioterapia se da una expectativa de vida de 6 meses. La terapia dirigida permite dar a los pacientes una expectativa de hasta 3 años con mucha mayor facilidad para su vida”, explica el médico.
Así mismo, según el especialista, los efectos secundarios son mucho más limitados que los de la quimioterapia tradicional, concentrándose en problemas digestivos y brotes en la piel. Esto permite a los pacientes realizar su terapia en casa e, incluso, poder mantener una vida normal.
Aunque las terapias dirigidas ya han sido autorizadas por el Invima, estas no son cubiertas por el POS al tratarse de medicamentos experimentales, pero el laboratorio responsable aseguró que se buscan mecanismos que las hagan accesibles a la población.
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