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‘Frontera Verde’, el encuentro de la selva sobrenatural con el cine negro

'Frontera Verde', el encuentro de la selva sobrenatural con el cine negro. Hablamos con directores y actores de la nueva miniserie colombiana de Netflix

No es La vorágine, pero es imposible no pensar en la novela de 1924 con las imágenes que cruzan la retina. El Amazonas protagoniza esta serie colombiana, que va más allá de su aspecto selvático y salvaje para abrir las páginas de su historia, empañadas por las injusticias y la codicia del hombre blanco.

Esta es la historia de Helena (Juana del Río), una agente que llega a la frontera de la Amazonía colombiana con Brasil para investigar una serie de asesinatos que ocurrieron bajo extrañas circunstancias. Estas muertes, aparentemente vengativas, serán la ventana a un misterio todavía más grande en el que ella misma se verá envuelta.

Noir amazónico

En esta producción, los directores nacionales Jacques Toulemonde, Ciro Guerra y Laura Mora unieron sus estilos para dirigir una historia que se pasea entre el thriller y algunos componentes del cine negro (noir). «El thriller era un género dominante muy visible en las pantallas, y que hoy en día ha sido desplazado por las películas de superhéroes», explica Ciro Guerra, quien asegura que se apoyaron en estos géneros para contar los sucesos que vemos en Frontera Verde. «Lo interesante de la historia del thriller es cuando uno llega al cine negro, que hace una exploración del alma humana, de sus oscuridades, dualidades y complejidades. Es un género que permite una gran hondura psicológica que lleva al ser humano a lugares de descolocamiento muy interesantes. Este género es propio de sociedades que han sufrido traumas potentes, y la realidad que vivimos en Colombia tiene todos los elementos que vemos en estos géneros»cuenta este director, que regresó a la Amazonía para esta serie después de la muy celebrada El abrazo de la serpiente (2015).

«Se ha intentado antes adaptar el género en el país, pero no es algo que nosotros queramos hacer; nosotros queremos reinventarlo desde lo que existe acá. Queremos envenenarlo. La amazonía es un escenario noir muy evidente, es una frontera donde se mueven tráficos y tránsitos, y donde además se encuentran fronteras de países y fronteras entre la sociedad occidental y el conocimiento tradicional. Queremos llevar al espectador a un lugar donde se pregunte dónde está, y se cuestione su forma de entender el mundo», explica Guerra.

Laura Mora concuerda con esta visión, en la que el Amazonas tiene aún las cicatrices de quienes han pasado por allí: traficantes, evangelizadores y caucheros. Todo este drama propio era algo que encajaba con la visión noir que los tres directores tenían sobre Frontera Verde: «el Amazonas es un lugar al que todo el mundo ha ido a sacar algo, a convertir a alguien en algo, entonces tenía esa oscuridad en el tono de la serie», dice esta directora antioqueña.

Partiendo de allí, Toulemonde habla también del aspecto trascendental y psicológico de la serie, este último, clave en el noir: «nos preguntamos cuál es nuestra posición en el mundo frente a esta selva, y esa es parte de la exploración que hacen los personajes al ver cómo se van acercando a ese mundo: tanto quienes quieren cambiar la selva o explotarla, como quienes quieren volverse parte de ella», dice.

Para Ciro Guerra, una parte clave de esa charla entre directores fue saber todo lo que la serie evitaría retratar: «no queríamos irnos por el camino exotizador, o el camino de ver la historia como una serie de aventuras estilo Jumanji, o Indiana Jones, o alimentar ese imaginario que es un poco colonialista que tiene occidente sobre la Amazonía», dice, y cuenta cómo trabajar in situ con las personas que realmente habitan allí era lo que le daría la veracidad necesaria al relato. «Queríamos ser muy honestos y trabajar con las comunidades amazónicas, de modo que esa verdad de lo que es el Amazonas se filtre, que nuestro personaje se enfrente a una región real, cruda, conectada con su espíritu y su verdad, más allá de la idea fantástica que se tiene del Amazonas. Esto solo se vuelve real cuando trabajamos con las lenguas indígenas y las comunidades, ellas le traen esa verdad al relato».

El llamado de la manigua

Manigua, según la definición del diccionario, es una vegetación espesa y pantanosa. La manigua, por lo que saben las comunidades amazónicas y por lo que se ve en Frontera Verde, es casi un semidios que protege a sus habitantes y confunde a los recién llegados. Así se sintieron las actrices que protagonizan esta historia, Juana del Río (Helena Poveda), Ángela Cano (Ushe) y Marcela Mar (Hermana Raquel), cuyos personajes asimilan la selva y su aspecto mágico desde diferentes pensamientos: el occidental, el nativo y el católico, respectivamente.

«El camino que transitó Helena y el que transité yo fue muy parecido. Al comienzo no lograba conectarme con el personaje por más que lo intentaba, hasta que un día tuve un sentimiento muy arraigado, muy fuerte, y entendí por qué la selva me había puesto allí. Siento que todas las personas que terminamos en esta serie teníamos que estar ahí, quedamos los que teníamos que enfrentar algunos temas», cuenta Juana del Río, cuyo personaje poco a poco tendrá que despojarse de la rudeza que utiliza como armadura.

«Yo siempre he tenido preguntas sobre la psicomagia, antes quise investigar el conocimiento ancestral. Este camino requiere muchos sacrificios, como lo vemos con Ushe, para quien ser uno de los eternos conlleva un enorme esfuerzo», dice Ángela Cano, quien se estrena en televisión con este personaje, para el cual tuvo que aprender lengua ticuna.

Además de estas dos mujeres, Marcela Mar completa este elenco en el que lo femenino cuenta una historia de encuentros (y desencuentros) entre mundos. Esta actriz concuerda con sus colegas al decir que el viaje a la selva es, cuando menos, metafórico. «La hermana Raquel es un personaje que encierra muchos misterios, es inquietante y dual. Ella es la cabeza de la congregación de las Hermanas del Edén, una que lleva muchos años en la selva. A medida que pasa el tiempo ella se va permeando de las creencias indígenas y sobrenaturales. Esos misterios los irán conociendo a lo largo de la historia. Esta producción me llevó a conectarme con el lado sagrado que todos llevamos adentro», dice la actriz. «Es una serie que tiene misterio, ingredientes mágicos, policíacos, es un género muy poco convencional… es un thriller amazónico sobrenatural», finaliza.

 

 

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