Ad portas de su quinta edición este sábado 18 de mayo, y consecuente con su idea de visibilizar a las mujeres, el festival le dará un espacio a NÓTT, colectivo femenino de mujeres en la electrónica que busca unir a las mujeres de la escena. Hablamos con Juliana Cuervo (DJ Julianna), cofundadora de este.
¿Cómo se conformó NÓTT?
NÓTT ya cumple tres años, comenzó cuando Andrea Arias, Marea (María Arango) y yo, estábamos cansadas de la falta de espacios que nos tuvieran presentes. En ese momento muchos decían que las mujeres no estábamos listas para esos eventos, y se tenía la idea de que, además, éramos pocas. Lo primero que hicimos fue crear una base de datos de artistas en Latinoamérica, y con el tiempo se ha vuelto un networking muy interesante, porque hemos hecho redes con chicas de Brasil, Argentina, etc. Cuando empezamos nos dimos cuenta que a muchas les costaba meterse en esto, así que hicimos talleres básicos para las que quieran iniciarse en este mundo.
¿Por qué es clave que las mujeres tengan visibilidad en un escenario como el Baum Festival?
El Baum Festival con el tiempo se ha posicionado como uno de los festivales de electrónica más grandes aquí en Colombia. Para los que hacemos parte de la industria es importante apoyar y hacer parte de él. Han aportado mucho a la escena de Bogotá para que vuelva a resurgir luego de un tiempo en el que estuvo todo un poco frío. Este año, en lo personal, es el que más me ha gustado en cuanto a la curaduría que han hecho y tanto yo como todas las chicas estamos súper contentas y orgullosas de estar ahí. Hace unos años comenzó el llamado a que se abran más espacios para mujeres, no solo en festivales, sino eventos en general. Afortunadamente, ya se están viendo los resultados.
Para muchas artistas la escena electrónica todavía no es un lugar al que puedan acceder fácilmente…
Es duro, yo llevo ya 11 años. Estuve en São Paulo tocando hace poco y allá me dijeron algo muy bonito: ‘cuando una mujer está en un lineup grande es porque la ha luchado mucho’. Me resonó porque a veces uno no se da cuenta. Cuando empezamos NÓTT fue porque estábamos cansadas de que no hubiera inclusión para las artistas y buscábamos ese equilibrio. Ha sido muy difícil para muchas. Yo creo que ahora ya después de varios años remando en el sentido contrario se van dando los resultados. Al comienzo estábamos muy solas, incluso faltaba apoyo de otras chicas. También cuando empezamos nos dimos cuenta que el vacío en escena venía en parte de las mismas mujeres que no se interesaban por hacer parte.
A algunas mujeres todavía las eligen para los festivales por su físico, ¿qué están haciendo para cambiarlo?
Es un tema de doble filo, sobre todo en una ciudad como Medellín. Con la mujer siempre ha existido ese panorama en el que somos vistas como objetos. Siempre nos hemos enfocado en el talento. Nosotras vamos completamente en contra de eso, pero es algo que hay que pelear a la par, porque hay mujeres a las que no les molesta que las inviten a tocar por ser bonitas. Salirse del tema, que para mí es algo mucho más social, es algo que solo sucederá con el tiempo, aunque ya está empezando a cambiar.
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