La esposa del empresario colombiano Miguel Caballero sirvió como voluntaria para recibir un impacto a quemarropa con el que pretendían comprobar la efectividad de un chaleco antibalas diseñado por la empresa familiar, una reconocida marca que confecciona prendas blindadas desde hace más de 25 años.
Caballero agarró un revólver calibre 38, cerró los ojos y le disparó a la mamá de sus hijos. «En la historia de la compañía hemos hecho demostraciones en vivo sobre personas. Desde hace dos años llevamos el récord de las personas disparadas con la información de ellas. Al día de hoy tenemos un registro aproximado de 224, casi llega a 230, de personas que han recibido impacto», dijo el empresario antes de cometer la hazaña contra su esposa.
Aunque se le nota un poco nervioso, algunas personas opinan que se trata más de un acto publicitario que de una verdadera prueba de la efectividad del artefacto. Por su parte, otros comentan que se trató de una irresponsabilidad, pues realizó el disparo en un espacio cerrado, con los trabajadores como público.
Por el contrario, sorprende la actitud serena de la mujer aún cuando ve que le están apuntando. De acuerdo con una entrevista que Caballero le concedió recientemente al diario Portafolio, su empresa exporta a 28 países y facturó 20 millones de dólares en el 2015.
