El cantautor argentino Fito Páez aseguró en Bogotá que es necesario recuperar la música como un lenguaje de liberación y de expresión, que consideró «es lo más hermoso que tiene».
«Es tan hermosa y tan delirante. A veces me siento anacrónico en medio de tanto computador y teléfono. Ahora mismo escuché a (Joseph) Hayden y fue un viaje de 30 minutos en el cuarto sin drogas, sin necesidad de tener que informarme de algo que no sé si es cierto», dijo Páez en una rueda de prensa en Bogotá.
En la capital colombiana el artista argentino participa en la Feria Internacional del Libro (Filbo), merced a su última obra, «Diario de viaje (algunas confesiones y anexos)», de la editorial Planeta.
En él incluye varias anécdotas en medio de una gira así como «una reflexión sobre la música popular» que le llevó a la conclusión de que en medio de la sociedad actual no hay tiempo para escuchar los temas instrumentales.
El polifacético Páez indicó que se lanzó a crear ese diario simplemente porque «tenía ganas de escribir».
«Es como cuando tienes ganas de tomar trago (una copa), pero no puedo y lo tomo igual», dijo el argentino, autor también de «La puta diabla».
En ese momento le dio «mono» (síndrome de abstinencia) y comenzó a sentirse como «un yonqui» que necesitaba escribir.
Lo hizo sin presión, «sin ningún compromiso», a lo que se le sumó «la flexibilidad que te permite un diario».
«No hay ley, es la libertad total. Hay cosas que, claro, no se pueden contar pero Margarita (su pareja), mis hijos, la enfermedad que sufrí ese año, los devaneos, todo eso forma parte del diario», resumió.
Pese a esas facetas, a la que se suma el cine, muestra su preferencia por la música, que considera «una oración, la luz del alma».
«El cine es una especie de truco de magia. La música no tiene eso, te lleva al corazón de las cosas donde muchas veces no quieres estar», aseguró Páez.
Tampoco eludió una de las polémicas que más han azotado el mundo de la música, la decisión de la Academia Sueca de darle el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan.
Para él, ese fue un gesto «muy lindo», porque considera que el cantante estadounidense «no es un músico que incursiona en la literatura, sino que es la literatura» misma.
Eso sí, «abordada desde un lugar que es la música popular», añadió.
«Los textazos de Dylan y las ideas de Dylan circulando en el siglo XX tienen la estatura de cualquier gran escritor, que él lo haya puesto en forma de canciones poéticas o poética musical no importa. Me parece que hace que se mueva un poco el avispero», subrayó.
Preguntado acerca de dónde encuentra la inspiración para todo su trabajo, respondió que la obtiene «de la vida misma».
«Terminas el día, vas al bar de la esquina y ahí están las cosas, es un escenario, es una casa, cuando uno se enferma, hay tantas cosas que suceden en la vida…», aseguró.
Eso se plasma en su último libro, del que recuerda que una de las anécdotas se la contó primero a su pareja y cuando, posteriormente, ella la vio escrita le dijo que le había gustado incluso más.
Páez, que firmó que ya es «un geronte» también habló de los autores que le inspiraron en su carrera y recordó que en su caso el libro que le enganchó al Nobel colombiano Gabriel García Márquez fue «El amor en los tiempos del cólera».
Por último y antes de despedirse, bromeó al explicar que se mantiene en el candelero «por un pacto con el diablo y las multinacionales».
La Filbo, que acaba el próximo 8 de mayo, tiene como país invitado de honor a Francia.