En la ciudad china de Qianshan, ocurrió un incidente en plena calle. Un joven aceptó darle un beso de despedida a su exnovia, pero resultó peor de lo que imaginó. La mujer se rehusó a soltarle la lengua y la policía tuvo que intervenir.
Después de angustiantes minutos y con ayuda de gas pimienta, la joven soltó al hombre, quien fue hospitalizado tras el hecho. Afortunadamente, no sufrió heridas graves. Los padres de la chica aseguraron que había recibido tratamiento psiquiátrico cinco años atrás, pero tuvo una recaída.