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Comer. Un placer inigualable. Un arte popularizado en todas las expresiones culturales. Porque quién no se emociona al ver un buen y apetitoso plato:
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Porque no hay nada más atrayente hacia los sentidos. Colores, olor… sabor. Deleite.
Pero alimentarse también puede ser un acto de amor. Alguna vez salió un estudio que afirmaba que las parejas felices engordaban juntas. Pero en el caso de Patty Sánchez, la que engordaba era ella. Y todo para complacer a su novio, fan del «squashing».
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Este es un fetiche sexual en el que los hombres adoran ver a mujeres con obesidad mórbida comer o aplicar su peso sobre algo. Y Patty… llegó a estar enorme por su pareja. E incapacitada.
En la galería verán qué le pasó cuando su novio le pidió que engordara más. También podrán leer la historia de otra obesa muy famosa, pero esta no quiere bajar de peso a pesar de que su salud está en riesgo.
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