El feminismo es radical porque cuestiona la sociedad patriarcal de raíz, así que al aceptar el feminismo en tu vida te conviertes en una radical insoportable que muchas personas quieren evadir. Porque el feminismo desacomoda a las personas y les lleva a pensar la vida de otras maneras; una vez eres feminista no volverás a disfrutar nada fácilmente: a ese autor de libros o canciones que tanto te gustaban lo puedes ver como un estúpido misógino
La frase “el feminismo me jodió la vida” te sale espontáneamente en el momento en que te pusiste las gafas de la perspectiva de género y el enfoque diferencial.
Y lentamente, día tras día, asumes que esa decisión tuya de ser feminista no tiene marcha atrás, y que eso va a tener demasiadas consecuencias, casi todas radicales en tu vida. En todos los ámbitos lo personal se hace político y tú simplemente no quieres volver a la época donde quizá la vida era más fácil, simplemente porque ya no quieres ser la perra adiestrada del patriarcado. El feminismo es radical, algo que no es ni bueno ni malo, solo es algo que hace que el resto de la humanidad te vea de forma diferente.
Y es que, querida amiga o, mejor, camarada militante de la libertad, el feminismo nos jode la vida porque nos hace analizarla como antes no lo habíamos hecho y, por supuesto, ni remotamente habíamos vivido. Cuando eres feminista las cenas familiares viven una tensión que se respira en el ambiente cuando tu pareja te dice eso de que «ni machismo, ni feminismo; igualdad”,
El feminismo nos hace cargar con la cara de disgusto con la que dicen por ahí : «Una cosa es que seas feminista , y otra cosa es que por ser feminista no encuentres trabajo»….
El feminismo nos hace repensar prioridades y objetivos, nos convierte en un ser incómodo que critica los chistes, que pone quejas porque una información no está redactada en lenguaje inclusivo; en un ser que se pone a hablar de androcentrismo en cualquier espacio social, que cuando llegan las elecciones hace un verdadero esfuerzo por votar porque hasta el momento votar significa perpetuar el patriarcado eterno, porque aún no hay verdadero poder político para las mujeres en referencia al poder político que ellos tienen.
¿Y entonces por qué ser feminista? Porque el feminismo te hace ver que vivimos en una sociedad que ejerce la violencia en múltiples formas contra nuestras vidas. Porque la consciencia feminista hace visibles las desigualdades que nos recorren y atraviesan y que se materializan en lo público y lo privado. En lo público ya no te callas ni te comportas de forma suave ni sutil porque exiges tus derechos en el trabajo, si es que te han dado trabajo. No estás dispuesta a tragarte comentarios machistas ni a dejar de promocionarte por miedo a que el hecho de ser mujer castigue tu opinión. Porque con el feminismo la autoestima se fortalece. En lo privado, vives tu sexualidad de otra forma muchísimo más gozosa, y el tema del reparto de tareas domésticas y el de la corresponsabilidad –en el caso de que te hayas reproducido- es más justo. Porque el feminismo es tu auténtica revolución personal
Creamos estrategias propias y diversas que nos hacen crear nuevas relaciones con mujeres, tanto feministas como no feministas. La red de la que formamos parte es poderosa y sirve para compartir y avanzar. El feminismo no es una comunidad ideal y sin fisuras ya que sería irreal y simplista, pero sentirte parte de una comunidad te hace sentirte segura para enfrentarte al mundo dividido ya en feminismo y no feminismo.
La cosa mejora cuando ves que incluso hay gente que acepta tu criterio y que te pregunta cuestiones sobre género no solo para joder, o para animar la tarde de cervezas esperando que saltes cual loca a cualquier comentario machista.
Finalmente, en el feminismo te descubres siendo una persona feliz. En el fondo entiendes que el feminismo no vino a jodernos la vida, sino a hacérnosla mucho más justa y libre. La cotidianidad ya no la vives de igual manera: mujeres y hombres te ven como LA FEMINISTA que pueden odiar o amar, más jamás ignorar porque eres una mujer con herramientas para enfrentar los miedos con loca pasión.
Por Mar Candela: @femi_artesanal