Estamos en un tiempo para experimentar cosas nuevas. Podemos experimentar la elección de un títere o de un gobierno de izquierda en las próximas elecciones de presidente. Podemos experimentar también con palabras improvisadas en ruso para acompañar a la Selección en el Mundial que se avecina; con la ropa que usamos para resistir la locura del clima; y hasta podemos experimentar con la comida, el sexo y los viajes.
La propuesta es experimentar en todos los campos de nuestra vida, entre ellos el cine. Y es que por qué no evitamos hacer lo predecible, como estar en la fila para Avengers, comprar la comida chatarra y absurdamente cara (para lo que es) de Cine Colombia o promover la bella práctica de hacer imposible la respiración de oxígeno en los centros comerciales. El cine experimental se sale de la lógica de producción audiovisual a la que estamos acostumbrados porque tiene una propuesta más cercana al arte que a la industria. Claro, despierta tanto odios como amores y, en algunos casos, odios disfrazados de falsos buenos comentarios para poder entrar a los círculos esnob.
Al cine experimental hay que darle la oportunidad para que sea el gusto individual el que defina la relación que se establece con él. La cuarta versión de Cine Autopsia, un festival de cine experimental, estará abierta al público del 16 al 19 de mayo, con una programación que incluye talleres, proyecciones e invitados expertos. El tema en esta versión será el live cinema o cine en vivo, una corriente del cine que se basa en la creación audiovisual en tiempo real y que de alguna manera se conecta con la manera en que hoy se consumen los contenidos en las plataformas digitales.
Entre los invitados al festival se encuentran el semillero de investigación de la Universidad de Antioquia y el artista y cineasta brasileño de contenidos transmedia Pedro Paulo Rocha. Algunos de los espacios donde se llevará a cabo son Cine Tonalá, la Cinemateca Distrital, el Instituto de Cultura Brasil Colombia y Odeón. Con la temáticas de este año, CineAutopsia le quiere apostar no solo al cine experimental, sino a las lógicas de consumo de contenidos audiovisuales.
Ahora, si le va bien con la propuesta, siga experimentando con el cine, puede que usted no se una hormiga más para las majors. Si se queda dormido y se aburre, no tome la decisión de solo seguir consumiendo la basura de arriba, pero vaya “pasito a pasito”. Si la chatarra y la basura lo hacen feliz, ignore esta columna y señáleme como un esnob frustrado o un esnob en todo su esplendor (aquí imagine un emoji que está pensando y dudando sobre cuál tipo de esnob es). Ahora, si lo suyo no es el cine, experimente con las otras opciones, como las que cité al comienzo. Lo peor que puede pasar es que, si experimenta con la política, el títere electo en mayo nos regrese a ser la segunda Venezuela – de derecha – que fuimos hace unos años.
