A Gabriela* le gustaban sus trenzas. Con sus trenzas se había reconocido toda la vida en el espejo. Las mujeres de su familia siempre se peinaban con trenzas. Al fin y al cabo, no había calle en Buenaventura donde no se vieran trenzas largas, cortas, delgadas, gruesas, en corona o sueltas. Sin embargo, Gabriela empezó a dudar acerca de sus trenzas cuando quiso conseguir un empleo.
Gabriela tenía una entrevista de trabajo y le pidió consejos a una coordinadora de su universidad, que le dijo que por ningún motivo se presentara con extensiones o trenzas, pues de lo contrario era bien posible que no fuese elegida para el puesto. Le pareció raro, pues sus trenzas, no tenían nada que ver con la vacante.
Hoy, en el Día de la Mujer, resulta increíble que aún haya empleadores/as que manejen “perfiles ocultos” o requisitos de selección laboral que no están explícitos en las convocatorias de empleo y que muchas veces estén relacionados con la talla, apariencia o el arreglo físico de las personas y, especialmente, de las mujeres.
A través del programa de formación y enganche laboral que desarrollamos en Cuso International, con el apoyo del Gobierno de Canadá, en ciudades como Buenaventura, Quibdó, Cali, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Bogotá y Soacha, nos hemos dado cuenta de que este tipo de perfiles ocultos afectan más a las mujeres que a los hombres en Colombia.
Y Gabriela no es la única historia que se puede contar de los perfiles ocultos que perduren en el país. De hecho en Barranquilla las mujeres también han manifestado que la apariencia física es un condicionante para el acceso al empleo: señalan que el estado de su cabello, talla y tipo de prendas de vestir pueden afectar la consecución de un trabajo.
Sin ir muy lejos, nada más el hecho de que se vean publicaciones en Linkedin que exijan a una mujer para un cargo y, que además requieran una foto para postularse, es una clara señal de cómo las empresas carecen de un proceso de selección objetivo que priorice la formación, habilidades y experiencia de los aspirantes.
La persistencia de barreras de acceso a un empleo como los perfiles ocultos explican porque en el país las mujeres siguen teniendo más dificultades para conseguir un trabajo: la tasa de ocupación de las mujeres en 2017 fue 22 puntos porcentuales menos que la de los hombres. A su vez, la tasa de desempleo de las mujeres fue alrededor de cinco puntos porcentuales más que la de los hombres (hombres: 7,2% y mujeres 12,3%), según cifras recientes del DANE y la Organización Internacional del Trabajo.
Entonces este 8 de marzo es una oportunidad para que tanto hombres como mujeres sigan fomentando mejores oportunidades laborales para todas las personas. Si ustedes también piensan que esta fecha es un momento clave para buscar que la sociedad sea más justa e igualitaria, usen el HT #YoLuchoPor.
*Nombre cambiado por cuestiones de seguridad.