El derrumbe del puente de Chirajara, en la vía Bogotá – Villavicencio, causó que nuevamente estuviera en el ojo del huracán el estado de la infraestructura en Colombia. Con la aparición de las aerolíneas low-cost, los tiquetes aéreos en el país se han multiplicado y dos rutas aéreas colombianas estén entre las que más movimientos tienen en el mundo.
Un escalafón revelado por la revista Forbes presenta las rutas con mayor frecuencia de vuelos en el mundo. Una característica de estos viajes es que, frecuentemente, los dos puntos que unen tienen una distancia suficiente para que sea impráctico recorrerlas en automóvil, sea por la dificultad en tiempo o por la longitud.
Esto ocurre de manera constante en dos rutas aéreas colombianas: los vuelos que comunican al Aeropuerto El Dorado de Bogotá con los aeropuertos José María Córdova de Medellín y Alfonso Bonilla Aragón de Cali. Problemas como el estado de la vía en La Línea entre Bogotá y Cali, o las dificultades entre Bogotá y Medellín, son las causas por las que casi 4 millones de pasajeros viajan en estas rutas.
Según OAG, un grupo de investigaciones internacional, entre Bogotá y Medellín se enviaron 27092 aviones en el 2017, entre las aerolíneas Avianca, Latam, VivaColombia, Wingo y Satena. Esto apunta a 75 vuelos diarios, es decir, aproximadamente uno cada 20 minutos. En el caso de Cali, se registraron 21792 vuelos para 60 operaciones diarias.
Este número queda pálido comparado con lo que ocurre en la ruta más densa del mundo, entre Seúl y Jeju (Corea del Sur). En esta ruta operan casi 65.000 aviones al año, con un despegue en cualquier dirección cada 8 minutos. Detrás se encuentra la ruta entre Melbourne y Sydney, las principales ciudades de Australia; entre Mumbai y Delhi (India), entre Fukuoka y Tokio (Japón), y entre Río de Janeiro y Sao Paulo (Brasil).
La ruta Bogotá – Medellín es la número 13 a nivel mundial, superando rutas como la que une Nueva York con Los Ángeles, y la ruta Bogotá – Cali es la 17.
