Jonathan Vega Chávez, acusado de atacar con ácido sulfúrico a Natalia Ponce de León el 27 de marzo de 2014, no asistió a la audiencia en la que la Fiscalía General de la Nación y la defensa emitieron los alegatos finales en el juicio que podría enviarlo a la cárcel por agresión con químicos.
En su ausencia, la defensa aseguró en su argumento de cierre que Vega sufre de esquizofrenia paranoide y que el día del ataque, había agredido a Natalia Ponce impulsado por su trastorno mental.
Los abogados defensores aseguraron que el consumo de drogas alucinógenas agravó la crisis, llevando a Vega a realizar el ataque con químicos que destruyó el rostro de la mujer, quien desde entonces se ha convertido en un emblema de la lucha contra las agresiones con ácido.
El experto forense Máximo Duque aseguró que su defendido había consumido drogas como cocaína, marihuana, LSD y metadona, y que el día del ataque se encontraba bajo efectos de heroína. Además, aseguró que su trastorno mental le impide «entender los conceptos de responsabilidad penal [y] desempeñarse en un proceso de investigación judicial».
Según la defensa, esto haría que a Jonathan Vega no se le pudiera imputar el cargo de ataque con ácido, el cual lo obligaría a pagar un mínimo de 20 años y 11 meses de cárcel por una agresión que le causó deformidades permanentes al rostro de su víctima.
Por su parte, los abogados de Natalia Ponce de León rechazaron la versión y aseguraron que el ataque fue premeditado. «Una persona que lo planea todo como lo hizo Vega no puede ser declarada inimputable», dijo Natalia.
El próximo lunes el juez 37 de conocimiento anunciará la sentencia en el caso, y de aceptar el argumento de la defensa, Vega podría quedar en libertad.
