Una foto fue el comienzo del final de una historia de amor que terminó en horror. Eso aseguran familiares del conductor de busetas Nilson Herrera Valdez, quien el viernes mató a su novia Samaris Cassiani Berrío y luego se suicidó. El hecho ocurrió el sector La Florida de San Fernando, en la casa de la mujer, psicóloga de profesión.
Ayer, parientes de Nilson que fueron a reclamar su cuerpo a la morgue de Medicina Legal contaron que este estaba muy enamorado de la psicóloga, con quien llevaba cinco años de relación. “Donde estaba él, estaba ella. Él era el que le cobraba el sueldo y estaba pendiente a sus cosas. A veces Nilson dormía en la casa de ella, o ella se quedaba en la casa de él, en La Candelaria. Sus problemas empezaron hace unos dos meses, pero no sabemos por qué”, relató Calendario Herrera, hermano del busetero.
Este explicó que la fatal decisión de su hermano empezó el miércoles, cuando a Nilson le mandaron una foto que, presuntamente, Samaris puso en su perfil de Whatsapp. “Ella la tuvo unos momentos y luego la quitó, pero un amigo de Nilson la vio y le hizo un pantallazo, y se la mandó a Nilson. Cuando él vio eso se volvió loco y desapareció. Lo buscamos por todos lados y no lo encontramos. Yo hablé con Samaris y le dije que se cuidara y que no fuera a su casa para evitar un encuentro con Nilson”, relató Calendario Herrera.
Pero todo indica que el conductor tenía su plan. El viernes en la tarde, Samaris fue a buscar una fotocopia de su cédula a su casa para denunciar su caso en la Fiscalía, pues temía que su novio la agrediera. “Llegó con una amiga, pero Nilson estaba adentro y apenas la vio la agredió con un cuchillo. Luego, cuando Samaris estaba en el piso, le dio el balazo en la cabeza. Después se dio el balazo él”, relató una familiar de Samaris. Los dos heridos fueron llevados a clínicas, donde murieron. Ella será enterrada en Palenque, mientras que a él lo sepultarán en un cementerio en Cartagena.