Fabio recuerda que uno de los planes preferidos en su juventud era irse en bicicleta hasta el río Pance, recorrer las montañas y terminar con un chapuzón. Ahora, años después de aquellas travesías por la naturaleza que se convirtieron en una suerte de premonición, Fabio García es el director de una película cuya historia transcurre en una de las zonas más bellas de la Cordillera Occidental. Se llama ‘Perdido en Los Farallones’ y muy pronto se podrá ver en Internet.
Entonces usted hizo clic con el productor cuando él le contó la idea…
Claro, Mario Jinete me dijo que estaba haciendo una película y que le gustaría que yo fuera el director. Hablamos del guion y de la trama, a mí me fascinó. Le pedí que me permitiera hacer algunos cambios y así fue. Hubo una sincronía muy interesante y ahí comenzamos la aventura de hacer ‘Perdido en Los Farallones’.
La película hace énfasis en el tema del agua, ¿por qué este interés?
Aunque nuestro planeta se llama Tierra, su mayor parte es agua. Eso es lo que genera la vida. Nosotros vivimos en una ciudad que tiene siete ríos, y aun así nos vemos en dificultades con el agua. Seguramente pasa lo mismo en otros lugares del mundo, entonces se convierte en un tema local con implicaciones globales: hablamos del agua que pasa por Cali, pero también está el agua de otros lugares del planeta que necesita conservarse. La película no aborda el agua solamente como el líquido vital sino también como eso que conecta las emociones y nos ayuda a construir relaciones, el ecosistema que vivimos como seres humanos.
Entonces se convierte en una especie de metáfora…
Es ambas. Es metáfora pero también es algo real y tangible que está dentro de nuestras necesidades vitales.
‘Perdido en Los Farallones’ cuenta la historia de un abogado ambientalista a quien le matan a su esposa como venganza por haber logrado el cierre de unas minas ilegales en la zona montañosa. Esto lo obliga a decidir si vengar la muerte o perdonar al asesino. Junto a sus amigos decide tomar cartas en el asunto y velar por la seguridad de su hija y el agua de los nietos.
Producida por Mario Jinete, activista ambiental y directivo de la Fundación 7 Ríos, la película se encuentra en la etapa de recolección de fondos por crowdfunding para poder llegar a festivales de cine de distintos países del mundo. A través de esta metodología, los interesados podrán hacer aportes desde tres dólares a cambio de un agradecimiento, o nueve dólares por ver la película online.
Para los más arriesgados está el plan de 120 dólares, que incluye una caminata por la Ruta de Santiago en los Farallones de Cali. Quienes deseen convertirse en coproductores podrán hacerlo con un aporte de 5000 dólares y disfrutar de la película, la caminata, una cena con el director y el productor y un agradecimiento en los créditos.
Ustedes escogieron un camino alternativo que no acude primero a las salas de cine…
Exacto, con esta campaña estamos impulsando la posibilidad de hacer un plan de distribución para mostrarla en festivales nacionales e internacionales. Luego, si se da el caso, tenerla en las salas de cine del país. Para nosotros es muy importante que la gente de Cali y del mundo vea esta película, por eso estamos haciendo esta estrategia que la hace asequible sin tener que esperar a que esté en cine. Hemos hecho pruebas con diferentes audiencias y a todas les ha encantado.
La meta con el crowdfunding son 20 000 dólares, ¿cómo va el recaudo?
Según la plataforma, llevamos el 13% y han participado 44 patrocinadores. Es bien interesante esta forma independiente de producir cine porque no necesitamos contactos grandísimos sino que desde ya, a través de Internet, la gente se puede dar cuenta de lo que está sucediendo. Mi gran sorpresa es que las estadísticas muestran que la campaña la han visto personas de Lituania, Sri Lanka, Japón, India, Australia, Alemania, Suiza y de muchos otros países.
Fabio ha participado en producciones audiovisuales realizadas en los Himalayas, en India, en Estados Unidos, en Kenya y en Sudáfrica. Esa gran colección de paisajes que ya tiene en la cabeza le ha permitido encontrar ciertas similitudes: la gran creación de Dios que tiene trazos maestros en todos los lugares, diría él. Por eso hoy no duda en afirmar que la naturaleza es una gran muestra de armonía, más que de paz. De cómo mantener el equilibrio perfecto a pesar de la diferencia.
¿Por qué deberíamos ver esta película?
Las razones son muchas. Primero, es una muy buena historia: aunque es drama, es dinámica; aunque tiene momentos de acción, hay otros de reflexión. Es muy variada y al final deja a los espectadores con los pelos de punta. Además hay una fotografía espectacular de los Farallones de Cali y una música que ha sido tratada también como un personaje pues las letras de las canciones tocan fibras muy importantes. Es una película hecha con el corazón, por un equipo fantástico que ha trabajado cooperativamente. Tiene un muy buen tema que es el agua, y otros que son muy relevantes como la solidaridad, que enseña que juntos podemos hacer mejores cosas. Eso lo vivimos nosotros haciendo ‘Perdido en Los Farallones’ y la película, sin duda, lo transmite.
Quienes deseen aportar al proceso de financiación pueden ingresar a www.indiegogo.com y buscar el nombre del filme.