No importan las avalanchas en vías como la carretera Bogotá – La Mesa, la vía Barrancabermeja – Bucaramanga, ni los fuertes trancones en el Alto de la Línea. Para miles de viajeros que se acercan a las terminales de Salitre, Sur y Norte de Bogotá, las horas de filas son la única esperanza para llegar con los suyos para pasar las fiestas de año nuevo.
En el terminal de Salitre, las filas son muy largas para los destinos más lejanos como la Costa Atlántica, el Valle del Cauca y el sur del país. En los destinos como Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, los pasajeros no pueden transportar mascotas ni siquiera en guacales: la gran cantidad de equipaje que llevan los buses en los depósitos impide que puedan ser transportados los animales.
Otro problema está en la escasa disponibilidad de pasajes, sobre todo para los destinos del suroccidente del país afectados por los retrasos en el Alto de la Línea. Servicios para Cali, Buenaventura, Pasto, Popayán y Pasto se encuentran muy escasos, debido a que los buses no han podido llegar de sus destinos por los retrasos.
Estos problemas no se encuentran en destinos más cercanos como Boyacá, el Magdalena Medio y los Llanos Orientales. En el Terminal del Norte, ha habido poca afluencia de pasajeros, pero se espera que se multipliquen en los mismos días.